Producción: Drive Enterteiment y Vértigo Tours. Reparto:
Silvia Luchetti, Carlos J. Benito, Noemi Mazoy, Loreto Valverde, Jorge Lucas,
Yolanda García, Paris Martín, Trinidad Iglesias, Angels Jiménez, Amparo Saizar,
Lourdes Zamalloa, David Castedo, Jorge Galaz, Marta Ibáñez y María Osuna.
Dirección musical: Julio Awad. Dirección escénica: Jaime Azpilicueta. Fecha:
viernes 11 de mayo. Lugar: Gran Teatro. Lleno.
El público cordobés no defraudó en su cita con el musical
que, como viene siendo habitual, cada año visita la ciudad por estas fechas
festivas de mayo y agotó las localidades para ver Sonrisas y lágrimas,
adaptación del musical original que en 1959 se estrenó en Broadway y en 1964
Julie Andrews y Christopher Plummer protagonizaron en la gran pantalla.
Posiblemente gran parte del público adulto conozca esta
producción por el formato cinematográfico y muchos de sus temas le suenen,
incluso logre tararearlos por ser clásicos universales. Lo que quizá no sepa es
que es The Sound of Music, título con el que se conoce la obra en USA, está
basada en hechos reales vividos por la auténtica familia Von Trapp y que María
von Trapp recogió en su libro La historia de los cantantes de la familia Trapp.
Richard Rogers y Oscar Hammerstein II, reyes del teatro musical de aquella
época, obtuvieron permiso para llevarla a escena, haciendo unos cuantos cambios
con respecto a los acontecimientos reales narrados en el libro y así
convertirse en el musical que desde hace más de 50 años se representa teatros
de todo el mundo.
Todo lo que el espectador recibe desde que comienza la obra
puede calificarse de espectáculo musical en mayúsculas. La producción demuestra
haberse esmerado por satisfacer al máximo las necesidades artísticas y técnicas
que requiere la obra adaptada al castellano. No se deja ningún cabo suelto y
han sabido incluir los avances tecnológicos sin perder un ápice de detalles en
el tratamiento clásico, casi artesanal, de la escena. La puesta en escena es
magnífica y sus cifras lo avalan: 22 cambios de escenografía, 140 trajes,
atrezzo, caracterización, etc.…, transportan al público a una época muy ligada
a la nostalgia y propia de generaciones anteriores. La iluminación y el espacio
sonoro, incluida la orquesta de diez músicos bajo la dirección de Julio Awad, pasan
desapercibidos por la pulcritud y profesionalidad con que se emplea. Un ejemplo
de buen hacer al servicio de los 27 actores y actrices que conforman un elenco
a la altura del soberbio despliegue de medios que ostenta.
Las intervenciones cantadas y habladas son equilibradas, uno
de los principales hándicaps a los que los directores de escena se deben
enfrentar en este género y que Jaime Azpilicueta consigue superar en esta
ocasión. Pese a todo, no podemos dejarnos llevar por la belleza de los temas interpretados
por la protagonista Silvia Luchetti y la proverbial voz de soprano de Noemi
Mazoy en el papel de madre abadesa, que emocionó y hasta arrancó alguna lágrima
en más de un espectador. El papel de los niños es impecable y cabe destacar la
inteligencia y el buen hacer de la producción al incluir dentro del grupo a
tres pequeños de cada ciudad donde actúan, un reclamo más para comprar
entradas. Dos horas y media, con descanso incluido, que pasaron rápido y
levantaron a todo el público del Gran Teatro, que con fervor aplaudió al
finalizar la representación.
A aquella persona que pudo hacerse con una entrada, Sonrisas
y lágrimas le servirá para viajar a una época diferente, llena de romanticismo
y algo distanciada del contexto cruel impuesto por el nazismo que marcó
desgraciadamente el siglo XX, algo que livianamente se refleja como telón de
fondo en este espectáculo. Lo que ha hecho prevalecer este musical a lo largo
de estas cinco décadas es la exaltación de los valores universales y la ternura
e inocencia con que son tratados. Sus melodías y letras nos sirven de ejemplo
para conectar con nuestros pensamientos más puros. Los informativos se
encargarán de ponernos en otra situación. Una sonrisa en tiempo de lágrimas.
publicat per
Maxímo Ortega Capitán
13 de maig de 2012
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