«Primer acto» y «Evil dead, el musical», dos ejemplos en la
cartelera madrileña
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JULIO BRAVO 13 DE NOVEMBRE 2012
Se suele relacionar a los musicales con grandes montajes de
extraordinaria parafernalia escénica, muchos medios y extensos repartos. Pero
para hacer teatro solo son imprescindibles un actor y un foco, a lo que hay que
sumar, en el musical, un piano. Hay ejemplos recientes en España de títulos de
éxito, como «Pegados» o «Macabaret», que demuestran que este género no es
exclusivo de las grandes producciones. Y hay otros ejemplos actualmente en
escena.
Pablo Puyol
Se ha estrenado en un espacio hasta ahora ajeno al teatro
(la sala 18 de los cines Kinépolis) «Evil dead, el musical», basada en la saga
de películas de terror de los años ochenta. Se trata de un espectáculo nacido
en Canadá hace casi una década, y que ahora se ha importado. Lo dirigen Chemari
Bello (escena) y César Belda (música). El inusual escenario ha condicionado el
montaje, y sus responsables han sabido hacer de la necesidad virtud. Con todos
los tópicos del género de terror, «Evil dead» es una función por encima de todo
muy divertida, que se ríe de sí misma y que gracias a eso consigue enseguida la
complicidad del público.
La historia ya se conoce: un grupo de jóvenes llega a una
cabaña en medio del bosque para pasar un fin de semana, que se convierte en una
pesadilla. Tanto los personajes como los pretendidamente cutres efectos tienen
aire de cómic y son tremendamente efectivos. También la interpretación, que
huye del Actor's Studio; destacan un excelente Pablo Puyol, así como Mariola
Peña, Sara Pérez y Javier Navares.
Primer acto
Juan Pablo Di Pace llegó hace unos años a España para
protagonizar «Fiebre del sábado noche». Había trabajado en Londres e incluso
interpretó un pequeño papel en la película «Mamma mia!». Ahora ha llegado a la
Gran Vía (después de estrenarlo en otros espacios) con el espectáculo «Primer
acto», un monólogo autobiográfico en el que Di Pace repasa, con música y humor,
su trayectoria artística desde su infancia.
Di Pace es uno de los grandes talentos del teatro musical
español, y en este monólogo desarrolla una de las facetas que hasta ahora no
había cultivado: la de cómico. Es «Primer acto» un espectáculo en el que Di
Pace no se da tregua a sí mismo, con un ritmo altísimo desde el primer minuto.
Su historia, agridulce, que es la de tantos artistas en busca de su sueño, es
optimista, entrañable, divertida, ocurrente, nada pesada, y la cuenta con mucho
desenfado y sentido del humor.
A ello hay que sumar las canciones, que forman la médula
espinal del espectáculo, y que Di Pace interpreta con voz cálida y envolvente.
Van desde Michael Jackson hasta Stephen Sondheim, pasando por el «New York, New
York» (trasladada a Londres), y son su biografía musical (aunque algunas
parezcan haber sido incluidas solo para crear el clima). Espectáculos como éste
demuestran los pocos medios que se necesitan cuando hay talento e imaginación
en escena.
Evil dead, el musical. Autores: George Reinblat y Frank
Cipolla. Dirección: Chemari Bello. Dirección Musical: César Belda.
Coreografías: Luka Yexi. Intérpretes: Pablo Puyol, Sergio Arce, Mariola Peña,
Carolina Morán, Esther Izquierdo, Sara Pérez, Fedor de Pablos y Javier Navares.
Kinépolis (Sala 18), Madrid.
Primer acto. Intérprete: Juan Pablo Di Pace. Dirección:
Victoria Di Pace. Dirección Musical y pianista: Aday Rodríguez. Pequeño Teatro
Gran Vía, Madrid
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