publicat per
27 de juliol de 2015
Fecha:
Del 11 junio al 13 de septiembre 2015
Artista:
Joan Miró
Comisario:
Rosa Castells
En: Valencia, Centro del Carmen
El Centro del Carmen de Valencia recupera los títeres
diseñados por Joan Miró (Barcelona, 1893 - Palma de Mallorca, 1983) para la
obra teatral 'Mori el Merma', que dirigió Joan Baixas y Teresa Calafella y fue
estrenada en 1978. Comisariada por Rosa Castells, 'Joan Miró i Joan Baixas.
Mori el Merma' incluye piezas únicas, recuperadas y restauradas que se exhiben
hasta el mes de septiembre.
Mori el Merma fue un espectáculo de la compañía Teatre de la
Claca cuyos decorados, máscaras y grandes títeres fueron diseñados y pintados
por Miró, que colaboró durante varios meses en el diseño de los personajes,
construidos en tela y gomaespuma y pintados en el propio taller de La Claca.
Todo el proceso de esta aventura fue recogido por el objetivo de Francesc
Catalá-Roca.
Tras meses de ensayos, la obra se estrenó en 1978, primero
en el Teatro Principal de Palma de Mallorca y después en el Gran Teatro del
Liceo de Barcelona. El éxito fue rotundo. Esta troupe caótica y anarquista era
la imagen de un país nuevo que había acabado por fin con la dictadura. En los
primeros dos años, desde 1978 a 1980, Mori el Merma se representó por toda
Europa: en el Centro Pompidou de París, en los Riverside Studios de Londres, en
la Fondation Maeght de Saint Paul de Vence o en la Sala Olympia de Madrid.
Ubu, el dictador
La importancia de Mori el Merma en la producción de Miró es
capital: no se trata de una más de sus incursiones en la escena teatral, un
aspecto artístico por el que sentía auténtica pasión. Es la representación del
personaje de Ubu ideado por Alfred Jarry, paradigma de todos los dictadores del
siglo XX, el tirano vulgar y sangriento que encarna la corrupción y el
despotismo y que Miró asociaba al general Franco.
El artista concebía al dictador como la encarnación de las
tinieblas, la mano de hierro de la España más negra, la fuerza siniestra que
sembraba de sal los territorios donde había de crecer la libertad. El personaje
de Ubu, que Miró desarrolla plásticamente a través de una serie de dibujos y de
tres carpetas de litografías, sube a escena en esta obra recogiendo así su
ideario político, transversalmente bañado de surrealismo.
Años después
La historia posterior de estos muñecos es complicada pero
apasionante. Cuando en 1980, La Claca desmontó la obra para acometer una nueva
etapa, Miró accedió a que se vendieran los decorados iniciales, parte de los
cuales fueron depositados en la Fundación Miró de Barcelona y otra parte,
gracias a las gestiones del artista alicantino Eusebio Sempere, se adquirieron
por la Diputación de Alicante con el propósito de completar la Colección Arte
Siglo XX.
Mientras tanto, los decorados fueron expuestos en 1980 en el
Museo de la Asegurada, no sin fricciones entre el artista y el Ayuntamiento.
Después de 14 meses de exposición fueron desmontados y almacenados en cestos de
mimbre que se retiraron en 1988 por la Diputación, donde se conservaron desde
entonces. Nunca más volvieron a exponerse.
Para llevar a cabo esta muestra ha sido necesario restaurar
los muñecos, máscaras y material escénico, un trabajo que ha sido realizado por
el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración.
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