El Teatre Nacional estrena la comedia musical «El crim de Lord Arthur»
La compañía Egos Teatre en la Sala Gran del Teatre Nacional
La ironía y el ingenios sofisticado y juguetón de Oscar Wilde le ha hecho decir cosas como: «Las mujeres feas son celosas de sus maridos. Las bonitas no tienen tiempo, ¡están siempre tan ocupadas en estar celosas de los maridos de las demás!». O esta otra: «Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo. Simpatizar con los éxitos requiere una naturaleza delicadísima». Y hay más: «Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad», e incluso: «Los músicos son terriblemente irrazonables. Siempre quieren que uno sea totalmente mudo en el preciso momento en que uno desea ser increíblemente mudo». Dichas en ingles todavía quedan mejor, pero dichas cantando, entonces la cosa se convierte en la farsa más hilarante y entretenida del planeta.
Diversión a raudales
Esto es lo que ha hecho la joven compañía Egos Teatre, convertir el mundo de Oscar Wilde y sus célebres «boutades» en una gran comedia musica, tan grande y espectacular que hacen de Broadway y el West End en algo menos que unos sucios callejones donde la gente come pipas. El Teatre Nacional de Catalunya (TNC) acoge del 1 de diciembre al 8 de enero «El crim de Lord Arthur», un montaje de creación basado en un relato de Wilde en que han mezclado el universo del dramaturgo inglés y el carácter lúdico y la alegría contagiosa de la compañía catalana. «Hemos querido fusionar los dos mundos. La gente no tiene que venir al teatro a ver una obra de Wilde, sino una mezcla hipnótica de lenguajes», afirmó ayer Juan María Seguro, miembro de Egos Teatre.
La premisa de la historia es sencilla. Lord Arthur va a ver un espectáculo quiromántico del mago Septimus, que le lee la mano y le avisa que matará a alguien de su familia. Sólo tiene tres parientes, una tía y dos primos, y viven algo lejos. Sin embargo, está a punto de casarse con su prometida y se da cuenta que si no mata antes de la boda a uno de sus familiares, entonces la fatal predicción podría caer en su futura esposa, ya oficialmente parte de su familia. «Es una obra que habla del destino, si hacemos cosas porque nos lo han dicho o las hubiésemos acabado por hacer igualmente», afirmóRubén Montañá, adaptador del texto y el actor que interpreta al triste Lord Arthur Savile.
La música la firma Francesc Mora, que ha compuesto para la ocasión hasta 18 temas, con diferentes registros que van del impresionismo de Debussy al jazz de los años 30. «El mundo es un escenario, pero los papeles están mal repartidos», dice Wilde. Aquí los papeles son perfectos.
publicat per
Carlos Sala
http://www.larazon.es
26 de novembre de 2011
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