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5 de juny de 2009
La compañía guipuzcoana Yster Teatro y la aragonesa El Gato Negro presentan este montaje el domingo en Irun
ROBERTO HERRERO
SAN SEBASTIÁN.
EL MONTAJE
Título:
El misántropo
Autor: Molière.
Compañías: Yster Antzerkia y El gato Negro.
XIntérpretes: Enriqueta Carballeira, Cristina de Inza, Víctor Criado, David Ardid, Alberto Castrillo-Ferrer.
Dirección: Luca Franceschi.
Lugar: Teatro Amaia. Irun.
Fecha: Domingo 7, a las 20.00 horas.
DV. La Academia de la Lengua define misántropo como «la persona que, por su humor tétrico, manifiesta aversión al trato humano». Jean-Baptiste Poquelin, al que todos conocemos como Molière, escribió en 1666, ya en sus últimos años de vida, una obra de teatro que retrataba a un personaje enfrentado con el mundo que le rodea. Al menos hasta que el amor por una mujer se cruza en su vida.
La compañía guipuzcoana Yster Antzerkia y los aragoneses de El Gato Negro, con la colaboración de El Corral de Comedias de Alcalá de Henares y el Teatro de la Abadía de Madrid, han puesto en escena una versión de este clásico. Lo dirige el italiano Luca Franceschi, discípulo de Carlo Boso, que es uno de los maestros actuales de la Comedia del Arte. Por eso esta producción tiene una clara tendencia hacia ese estilo, caracterizado por ser un teatro popular y cómico.
La veterana Enriqueta Carballeira encabeza un reparto en el que encontramos al donostiarra Víctor Criado, durante muchos años miembro de Ur Teatro; o a Cristina de Inza, con papel destacado en la serie Amar en tiempos revueltos, como la Viuda de Rivas. Completan el elenco David Ardid y Alberto Castrillo-Ferrer, éste último autor del texto en verso que se utiliza en la obra.
Víctor Criado es Alcestes, el protagonista. «Mi personaje odia al mundo, pero está enamorado de Celimena, que es la mujer que representa precisamente todo aquello que él detesta. Molière lo escribió ya muy mayor, abandonado por una mujer y creo que Alcestes es Molière, que le dice a todo el mundo que lo odia». El director, Luca Franceschi, cree que Molière nos presenta en esta pieza «un retrato, un espejo frente al mundo y más precisamente una representación teatral de una cierta sociedad que sólo cree en los valores mundanos». Escrita en el siglo XVII, sigue vigente porque, para Franceschi, «El misántropo no hace más que subrayar una cierta falsedad que sufrimos actualmente en la carrera cotidiana que la sociedad maneja, carrera hacia el triunfo, el dinero y el reconocimiento».
Criado distingue entre lo que cuenta el texto original y lo que ofrece este montaje en el que interviene. «Molière crea un personaje que es como todos quisiéramos ser y muy pocos se atreven. Alcestes odia la hipocresía y la falsedad. Busca sentimientos que sean reales y no los que hay que aparentar. Pero la convenciones sociales, el miedo y el ventajismo se nos imponen». En esta versión «lo que hemos hecho es conservar esa esencia, para después aplicarle el juego que el original no tiene y las claves que la Comedia del Arte le otorga». Es la primera versión en castellano «hecha en verso, en octosílabos y endecasílabos». Lo que puede parecer un problema para el público actual, sin embargo según Víctor, «se convierte en un juego muy divertido al que luego dirección y actores hemos sumado un tono alegre». Existía «el riesgo de irnos demasiado en ese juego, pero lo corregimos a mitad de los ensayos, consiguiendo un interesante equilibrio».
5 de juny de 2009
La compañía guipuzcoana Yster Teatro y la aragonesa El Gato Negro presentan este montaje el domingo en Irun
ROBERTO HERRERO
SAN SEBASTIÁN.
EL MONTAJE
Título:
El misántropo
Autor: Molière.
Compañías: Yster Antzerkia y El gato Negro.
XIntérpretes: Enriqueta Carballeira, Cristina de Inza, Víctor Criado, David Ardid, Alberto Castrillo-Ferrer.
Dirección: Luca Franceschi.
Lugar: Teatro Amaia. Irun.
Fecha: Domingo 7, a las 20.00 horas.
DV. La Academia de la Lengua define misántropo como «la persona que, por su humor tétrico, manifiesta aversión al trato humano». Jean-Baptiste Poquelin, al que todos conocemos como Molière, escribió en 1666, ya en sus últimos años de vida, una obra de teatro que retrataba a un personaje enfrentado con el mundo que le rodea. Al menos hasta que el amor por una mujer se cruza en su vida.
La compañía guipuzcoana Yster Antzerkia y los aragoneses de El Gato Negro, con la colaboración de El Corral de Comedias de Alcalá de Henares y el Teatro de la Abadía de Madrid, han puesto en escena una versión de este clásico. Lo dirige el italiano Luca Franceschi, discípulo de Carlo Boso, que es uno de los maestros actuales de la Comedia del Arte. Por eso esta producción tiene una clara tendencia hacia ese estilo, caracterizado por ser un teatro popular y cómico.
La veterana Enriqueta Carballeira encabeza un reparto en el que encontramos al donostiarra Víctor Criado, durante muchos años miembro de Ur Teatro; o a Cristina de Inza, con papel destacado en la serie Amar en tiempos revueltos, como la Viuda de Rivas. Completan el elenco David Ardid y Alberto Castrillo-Ferrer, éste último autor del texto en verso que se utiliza en la obra.
Víctor Criado es Alcestes, el protagonista. «Mi personaje odia al mundo, pero está enamorado de Celimena, que es la mujer que representa precisamente todo aquello que él detesta. Molière lo escribió ya muy mayor, abandonado por una mujer y creo que Alcestes es Molière, que le dice a todo el mundo que lo odia». El director, Luca Franceschi, cree que Molière nos presenta en esta pieza «un retrato, un espejo frente al mundo y más precisamente una representación teatral de una cierta sociedad que sólo cree en los valores mundanos». Escrita en el siglo XVII, sigue vigente porque, para Franceschi, «El misántropo no hace más que subrayar una cierta falsedad que sufrimos actualmente en la carrera cotidiana que la sociedad maneja, carrera hacia el triunfo, el dinero y el reconocimiento».
Criado distingue entre lo que cuenta el texto original y lo que ofrece este montaje en el que interviene. «Molière crea un personaje que es como todos quisiéramos ser y muy pocos se atreven. Alcestes odia la hipocresía y la falsedad. Busca sentimientos que sean reales y no los que hay que aparentar. Pero la convenciones sociales, el miedo y el ventajismo se nos imponen». En esta versión «lo que hemos hecho es conservar esa esencia, para después aplicarle el juego que el original no tiene y las claves que la Comedia del Arte le otorga». Es la primera versión en castellano «hecha en verso, en octosílabos y endecasílabos». Lo que puede parecer un problema para el público actual, sin embargo según Víctor, «se convierte en un juego muy divertido al que luego dirección y actores hemos sumado un tono alegre». Existía «el riesgo de irnos demasiado en ese juego, pero lo corregimos a mitad de los ensayos, consiguiendo un interesante equilibrio».
