“No es la primera
vez que nos pasa; los Paso somos muchos y bastantes nos dedicamos al oficio”,
dice Antonia Paso, hija del dramaturgo Alfonso Paso. Habla sobre la casualidad
de que tanto ella como su hermana y el sobrino de ambas tengan actualmente
obras teatrales en cartel. Concretamente cuatro: Antonia actúa en la adaptación
de Shakespeare La comedia de los enredos, una versión de Alberto Castrillo; su
hermana Manuela, en Antígona, junto a Carmen Machi y dirigidas por Miguel del Arco,
y el sobrino de ambas, Ramón, exhibe en el Teatro Lara El síndrome de los
agujeros negros y La ramera de Babilonia, ambas dirigidas y escritas por él.
Aunque la tragedia griega de Sófocles, la disparatada y
metateatral comedia del inglés y las dos obras de carácter alternativo no
tengan nada que ver entre sí, coinciden en que todas se han estrenado en
verano: “Una época que siempre da un poco de miedo”, reconocen los tres
herederos del prolífico autor de sainetes, comedias, tragedias y obras de denuncia
social. A pesar de esos reparos iniciales, a las cuatro creaciones les está
sentando bien el estío capitalino.
“Los clásicos tienen esta categoría porque su buena
construcción teatral les ha hecho perdurar”, defiende Manuela, “pero también
tienen un problema: se representan mucho”. Además, Antígona es una tragedia, un
plato que puede sonar duro para los días veraniegos: “El planteamiento de
Miguel [del Arco] es muy novedoso. La obra habla del terror, de la crispación y
de la confrontación política, algo muy actual. Cuando una tragedia está bien
hecha es tan entretenida y divertida como una comedia". Este es el caso:
es la segunda vez, tras su paso por el Teatro de la Abadía, que la obra
aterriza en la capital. Muestra el placer de sufrir un poco”, añade la actriz,
que comparte cartel con la Machi: “Y eso siempre tiene tirón”.
“En nuestra obra no hay cabezas de cartel tan
llamativas”, dice Antonia. A pesar de ello, La comedia de los enredos seduce a
una media de 200 espectadores diarios, “que salen muy contentos del teatro”.
“Cuando lo que se hace es bueno, hay público”, opina Ramón, el más joven de los
tres y que, siguiendo los pasos de su abuelo, se dedica a la dramaturgia y a la
dirección. “El teatro tiene una función que es entretener y otra que es sacarte
de tu zona de confort. El que yo hago es más de remover”. Una tipología que
tiene buena acogida en el Teatro Lara, consolidado como teatro de la
modernidad, donde se alterna lo underground con obras más convencionales.
Éxito en el franquismo
El ancestro de los tres, que falleció en 1978, abordó en
sus trabajos varias tipologías teatrales: fue uno de los dramaturgos más
exitosos de la posguerra, que gozó de gran éxito durante el franquismo y que
alternó comedias brillantes con obras de batalla. Sobre él se dice que en los
años sesenta tuvo siete comedias en cartel en Madrid, en siete teatros
diferentes. Ese triunfo en las carteleras de la dictadura lo ligó
inevitablemente al régimen. Posteriormente, sus defensores argumentaron la
escasa carga política de sus trabajos para desvincularle del franquismo.
Sus herederos prefieren hablar del legado cultural de
Alfonso Paso. Manuela reivindica a su madre: “Decidió ser actriz en los años
cincuenta, cuando pesaba cierto estigma social sobre la profesión. Dejó todo
por el teatro y fue colega, amante y cómplice de mi padre”. Ramón está muy
orgulloso de su apellido, aunque considera que ahora no es tan reconocible como
antes. “Se nos inculcó la importancia que tiene el teatro en la vida, el amor
por la cultura y un particular sentido del humor”, apunta Antonia.
LOS MONTAJES
Manuela Paso tiene en cartel Antígona, en el Teatro Pavón
Kamikaze (Embajadores, 9; hasta el 3 de septiembre; entradas desde 24 euros;
teatrokamikaze.com).
Antonia Paso ejerce de Duquesa en La comedia de los
enredos, en el Teatro Bellas Artes (calle del Marqués de Casa Riera, 2; hasta
el 3 de septiembre; entradas desde 20 euros; teatrobellasartes.es).
Ramón Paso dirige El síndrome de los agujeros negros y La
ramera de Babilonia, ambas escritas por él, en el Teatro Lara (Corredera Baja
de San Pablo, 15; hasta el 9 de octubre; entradas desde 12 euros;
teatrolara.com).
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Manuela, Antonia y Ramón Paso, hijas y nieto del
dramaturgo Alfonso Paso, en el Teatro Bellas Artes. LUIS SEVILLANO
Pablo León
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