Regresan dos clásicos imprescindibles:
«Antígona», de Sófocles, y «Tartufo», de Molière
En el 442 a.C los atenienses se sintieron
conmocionados al contemplar en escena «Antígona», de Sófocles, el
extraordinario clásico griego que, frente a Esquilo, dio un vuelco a la
tragedia, pues, como bien apunta uno de sus más reconocidos estudiosos, Karl
Reinhardt, «los dioses de Sófocles no proporcionan consuelo al ser humano y,
aunque dirigen su destino para que se conozca, el hombre como tal se concibe
primeramente como ser expuesto y abandonado».
Siglos y siglos después, el enfrentamiento
entre Creonte, rey de Tebas, y su sobrina Antígona continúa sobrecogiendo como
el primer día. Tras la muerte, a manos uno de otro, de Eteocles y Polinices,
hijos de Edipo, Creonte ordena que se dé sepultura al primero pero no al
segundo por su supuesta traición. Su hermana Antígona se opone, incluso a
riesgo de ser condenada a morir, a esta fría razón de Estado. Pero no aparecen
aquí buenos y malos, como recalca Miguel del Arco, adaptador y director de la
pieza: «Para mí el teatro es y debe ser fundamentalmente conflicto y uno de los
más grandes es el que se plantea entre tío y sobrina. "Antígona" es
una tragedia porque los dos están convencidos de que hacen lo correcto. No es
mi misión juzgarlos. Necesito saber por qué hacen las cosas los personajes, con
todas las contradicciones que caracterizan a los seres humanos». Una de las
novedades del montaje es que Carmen Machi se mete en la piel de Creonte en una
interpretación memorable. «Intuí -apunta Del Arco- que reconvertir a Creonte en
mujer podía dimensionar el conficto. Y al ver en las tablas el choque entre
Carmen Machi y Manuela Paso, como Antígona, me alegro de esa decisión».
Y de una de las más impactantes y vigentes
tragedias a otro gran clásico, en este caso en el género de la comedia:
«Tartufo», de Molière (París, 1622-1673), quien, como hacía habitualmente,
encarnó a su personaje, paradigma de la hipocresía.
Paradigma de la hipocresía
Ahora le da vida Alejandro Albarracín, que
combina el teatro con el cine y exitosas series televisivas como «Gavilanes» o
«Tierra de lobos», entre otras. Junto a Albarracín, un sólido elenco formado
por Lola Baldrich, Vicente León -espléndido en su doble papel de Madame
Pernelle y el Sr. Orgón-, Nüll García, Ignacio Jiménez y Esther Isla. En esta
propuesta de Venezia Teatro, la versión corre a cargo del dramaturgo Pedro
Víllora y la dirección es debida a José Gómez- Friha, que apunta: «Este Tartufo
pretende trasladar la historia al hoy, para que podamos descifrar a los
Tartufos que ahora vagan acechándonos. ¿Se ha encontrado con alguno?».
Por su parte, Víllora subraya: «Como la obra
maestra que es, permite lecturas propias de cada momento. En un tiempo
caracterizado por un desequilibrio económico que, en el fondo, es una crisis de
valores, resulta lógico que se recuperen textos que nos ayudan a entender las
razones de la inestabilidad».
«Antígona». de Sófocles
Versión y dirección: Miguel del Arco. El
Pavón. Teatro Kamikaze (Madrid). Hasta el 3 de septiembre
«Tartufo. El impostor», de Molière
Versión: Pedro Víllora. Dirección: José
Gómez-Friha.Teatro Infanta Isabel (Madrid). Del 15 de agosto al 1 de octubre.
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Carmen Machi interpreta a Creonte en este
montaje de «Antígona» - Luis Castilla
CARMEN R. SANTOS
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