J. M. LÓPEZ
VALLADOLID
Gerardo Moreno. / M. Á. SANTOS
«Este es un proyecto a largo plazo»'Teatro de la Crisis' se estrena hoy en la Sala Borja, a las 20.00 horas, con la puesta en escena de 'La gata sobre el tejado de zinc caliente', basada en la obra de Tennessee Williams. Gerardo Moreno Sobrino (Madrid, 1971), presenta a su compañía como «un antídoto contra el desánimo y la incertidumbre» en tiempos de crisis, que nació hace un año, cuando todavía no estaba claro si lo que se avecinaba eran galgos o podencos y este grupo de aficionados al teatro decidió crear su propia compañía bajo la dirección de Pablo Rodríguez.
-Han hecho una apuesta muy fuerte para ser su primer proyecto...
-Sí. Dentro de que somos una compañía amateur teníamos claro desde un principio que queríamos hacer un teatro de calidad, próximo al teatro profesional. Por eso, a pesar de ser un grupo de nueva creación, decidimos meternos con una obra bastante compleja y difícil. De hecho, pocas reseñas he encontrado sobre montajes de 'La gata'. Creo que la última a nivel profesional en España fue en 1995, interpretada por Carmelo Gómez y Aitana Sánchez Gijón.
-Esto durará más o menos, ¿se disolverá la compañía cuando pase la crisis?
-(Ríe) No, es un proyecto a largo plazo. Cuando se creó el grupo nos queríamos referir no sólo a la crisis económica sino a una crisis de valores e ideales. De hecho, en 'La Gata' se habla de la crisis en las relaciones personales y familiares, de cómo nos mentimos a nosotros mismos y a los demás, y cómo eso va destruyendo a las personas y a los grupos.
-Todos los miembros del grupo tienen sus trabajos, usted es empleado de banca, ¿se ha planteado dar el salto de la oficina a los escenarios?
-Me gustaría, pero queremos estar en ese nivel intermedio sin dar el salto al profesionalismo. Eso requiere dejar trabajos, cosas que nos ha costado mucho ganar, y en un momento además de incertidumbre. Es un cambio demasiado radical, pero como dice Shakespeare, la vida es un drama en siete actos, y en nuestra vida diaria todos desempañamos un papel. Y el teatro es vida.
Gerardo Moreno. / M. Á. SANTOS
«Este es un proyecto a largo plazo»'Teatro de la Crisis' se estrena hoy en la Sala Borja, a las 20.00 horas, con la puesta en escena de 'La gata sobre el tejado de zinc caliente', basada en la obra de Tennessee Williams. Gerardo Moreno Sobrino (Madrid, 1971), presenta a su compañía como «un antídoto contra el desánimo y la incertidumbre» en tiempos de crisis, que nació hace un año, cuando todavía no estaba claro si lo que se avecinaba eran galgos o podencos y este grupo de aficionados al teatro decidió crear su propia compañía bajo la dirección de Pablo Rodríguez.
-Han hecho una apuesta muy fuerte para ser su primer proyecto...
-Sí. Dentro de que somos una compañía amateur teníamos claro desde un principio que queríamos hacer un teatro de calidad, próximo al teatro profesional. Por eso, a pesar de ser un grupo de nueva creación, decidimos meternos con una obra bastante compleja y difícil. De hecho, pocas reseñas he encontrado sobre montajes de 'La gata'. Creo que la última a nivel profesional en España fue en 1995, interpretada por Carmelo Gómez y Aitana Sánchez Gijón.
-Esto durará más o menos, ¿se disolverá la compañía cuando pase la crisis?
-(Ríe) No, es un proyecto a largo plazo. Cuando se creó el grupo nos queríamos referir no sólo a la crisis económica sino a una crisis de valores e ideales. De hecho, en 'La Gata' se habla de la crisis en las relaciones personales y familiares, de cómo nos mentimos a nosotros mismos y a los demás, y cómo eso va destruyendo a las personas y a los grupos.
-Todos los miembros del grupo tienen sus trabajos, usted es empleado de banca, ¿se ha planteado dar el salto de la oficina a los escenarios?
-Me gustaría, pero queremos estar en ese nivel intermedio sin dar el salto al profesionalismo. Eso requiere dejar trabajos, cosas que nos ha costado mucho ganar, y en un momento además de incertidumbre. Es un cambio demasiado radical, pero como dice Shakespeare, la vida es un drama en siete actos, y en nuestra vida diaria todos desempañamos un papel. Y el teatro es vida.
