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25 de febrer de 2009
Los productores de ´Mamma mia´ llevan al BTM el primer título de la factoría Disney El director Glenn Casale elogia a Mercè Martínez en el papel de Señora Potts El compositor y ganador de varios Oscar, Alan Menken, asistirá al estreno
Santiago Fondevila Barcelona 25/02/2009 Actualizada a las 03:31h Cultura
La temporada 2008-2009 empezó en Barcelona con una clara hegemonía del teatro musical. Pasados seis meses y rotas las aspiraciones de varios de los espectáculos estrenados, la situación es bien diferente y sería hasta preocupante si no fuera por la llegada al Barcelona Teatre Musical de La Bella y la Bestia, el primer musical de la factoría Disney, que en una producción de la compañía Stage España se estrena pasado mañana en una función a la que tiene previsto asistir el compositor de la obra y ganador de varios Oscar de Hollywood, Alan Menken.
Los dos grandes títulos que vendrán
Sweeney Todd Mario Gas dirigió Sweeney Todd en el Poliorama cuando todavía era el Centre Dramàtic de la Generalitat. Fue un éxito. Incluso regresó al Apolo. Pero no funcionó. El director lo ha retomado este año (había conservado parte de la escenografía) y ha estrenado en Madrid conservando a Vicky Peña como la gran hamburguesera. En el Apolo, en abril.
Hoy no me puedo levantar Nacho Cano es el Mecano que más se mueve. Y ciertamente que esta revisitación de los temas más conocidos del grupo de pop español ha triunfado ampliamente en Madrid. Nacho Cano ha estrenado ahora A y seguirá explotando el éxito, si se puede levantar, en el Tívoli desde septiembre.
Mirando hacia atrás y sin hacer leña del árbol caído queda el fracaso de Mortadelo y Filemón, que se estrenó en el Tívoli en septiembre con el objetivo de resistir al menos una temporada y visitar luego Madrid. Era una clásica operación en búsqueda de rentabilidad rápida que acabó en fiasco artístico y económico.
Tampoco el musical autóctono Què! logró sus objetivos. Tal vez el Coliseum le resultara algo grande, tal vez no encontró su público o este, el más joven, no podía pagarse el precio de las entradas. Què hizo un retirada prudencial después de las fiestas tras mantenerse en unos índices de audiencia que en conjunto no bajaban del treinta por ciento pero tampoco superaban el sesenta.
Fama,una producción amortizada, hizo su temporada en el Apolo con una más que razonable media de ocupación. Pero se fue. Lo ocurrido cabe entenderlo como normal. Pasa el sarampión, pero el género no desaparece. Ya ocurrió en otras ocasiones. Y, además, no ha descendido la media de ocupación de los teatros con relación al pasado año. El único espectáculo que resiste con posibilidades de perdurar hasta junio, al menos, es el Spamalot de los Monty Python, dirigido por Tricicle en el teatro Victòria: un 59,6% de ocupación obtuvo la pasada semana.
La Bella y la Bestia llega de la mano de la productora de Mamma mia!, todo un éxito económico, con la ambición de emular el millón y medio de espectadores que logró en el Lope de Vega de Madrid en 1999. La Bella y la Bestia barcelonesa cuenta con parte del reparto principal que ya hizo la obra en Madrid. La misma Bestia (David Ordinas), el mismo chulo Gaston (Pablo Puyol), pero una Bella nueva (María Adamuz) y una Sra. Potts (Mercè Martínez: la tetera, para entendernos) que puede dar mucho que hablar. En positivo, claro. De momento ya cuenta con un fan que es nada menos que el director de todo esto, el norteamericano Glenn Casale, que ayer mismo decía de ella: "He montado este espectáculo en varios países y puedo asegurar que Mercè Martínez es una de las mejores Sra. Potts de todas". Ella, rodeada de sus cinco tacitas interpreta justamente el tema Bella y Bestia.Martínez no es nueva en el musical y es una gran actriz dramática como demostró, por citar lo más reciente, en Le mani forti.
Glenn Casale aseguraba ayer que retomó el musical primigenio de Broadway con la idea de acercarlo más a la novela original. Una narración de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve (1740) que en 1756 y por obra de una profesora, Jeanne Marie Le Prince de Beaumont (1711-1780), se convirtió en un cuento más breve y más ingenuo. Ha quedado la idea motriz: la importancia de la belleza interior por encima de la apariencia. Con orquesta en directo y un telón de boca de fantasía, La Bella y la Bestia está dirigido, aseguran, a espectadores adultos e infantiles. Este espectáculo reinará previsiblemente hasta la llegada en abril al Apolo de Sweeney Todd, un gran Sondheim con dirección de Mario Gas, y ya en septiembre se enfrentará al Hoy no me puedo levantar de Nacho Cano en el Tívoli.
25 de febrer de 2009
Los productores de ´Mamma mia´ llevan al BTM el primer título de la factoría Disney El director Glenn Casale elogia a Mercè Martínez en el papel de Señora Potts El compositor y ganador de varios Oscar, Alan Menken, asistirá al estreno
Santiago Fondevila Barcelona 25/02/2009 Actualizada a las 03:31h Cultura
La temporada 2008-2009 empezó en Barcelona con una clara hegemonía del teatro musical. Pasados seis meses y rotas las aspiraciones de varios de los espectáculos estrenados, la situación es bien diferente y sería hasta preocupante si no fuera por la llegada al Barcelona Teatre Musical de La Bella y la Bestia, el primer musical de la factoría Disney, que en una producción de la compañía Stage España se estrena pasado mañana en una función a la que tiene previsto asistir el compositor de la obra y ganador de varios Oscar de Hollywood, Alan Menken.
Los dos grandes títulos que vendrán
Sweeney Todd Mario Gas dirigió Sweeney Todd en el Poliorama cuando todavía era el Centre Dramàtic de la Generalitat. Fue un éxito. Incluso regresó al Apolo. Pero no funcionó. El director lo ha retomado este año (había conservado parte de la escenografía) y ha estrenado en Madrid conservando a Vicky Peña como la gran hamburguesera. En el Apolo, en abril.
Hoy no me puedo levantar Nacho Cano es el Mecano que más se mueve. Y ciertamente que esta revisitación de los temas más conocidos del grupo de pop español ha triunfado ampliamente en Madrid. Nacho Cano ha estrenado ahora A y seguirá explotando el éxito, si se puede levantar, en el Tívoli desde septiembre.
Mirando hacia atrás y sin hacer leña del árbol caído queda el fracaso de Mortadelo y Filemón, que se estrenó en el Tívoli en septiembre con el objetivo de resistir al menos una temporada y visitar luego Madrid. Era una clásica operación en búsqueda de rentabilidad rápida que acabó en fiasco artístico y económico.
Tampoco el musical autóctono Què! logró sus objetivos. Tal vez el Coliseum le resultara algo grande, tal vez no encontró su público o este, el más joven, no podía pagarse el precio de las entradas. Què hizo un retirada prudencial después de las fiestas tras mantenerse en unos índices de audiencia que en conjunto no bajaban del treinta por ciento pero tampoco superaban el sesenta.
Fama,una producción amortizada, hizo su temporada en el Apolo con una más que razonable media de ocupación. Pero se fue. Lo ocurrido cabe entenderlo como normal. Pasa el sarampión, pero el género no desaparece. Ya ocurrió en otras ocasiones. Y, además, no ha descendido la media de ocupación de los teatros con relación al pasado año. El único espectáculo que resiste con posibilidades de perdurar hasta junio, al menos, es el Spamalot de los Monty Python, dirigido por Tricicle en el teatro Victòria: un 59,6% de ocupación obtuvo la pasada semana.
La Bella y la Bestia llega de la mano de la productora de Mamma mia!, todo un éxito económico, con la ambición de emular el millón y medio de espectadores que logró en el Lope de Vega de Madrid en 1999. La Bella y la Bestia barcelonesa cuenta con parte del reparto principal que ya hizo la obra en Madrid. La misma Bestia (David Ordinas), el mismo chulo Gaston (Pablo Puyol), pero una Bella nueva (María Adamuz) y una Sra. Potts (Mercè Martínez: la tetera, para entendernos) que puede dar mucho que hablar. En positivo, claro. De momento ya cuenta con un fan que es nada menos que el director de todo esto, el norteamericano Glenn Casale, que ayer mismo decía de ella: "He montado este espectáculo en varios países y puedo asegurar que Mercè Martínez es una de las mejores Sra. Potts de todas". Ella, rodeada de sus cinco tacitas interpreta justamente el tema Bella y Bestia.Martínez no es nueva en el musical y es una gran actriz dramática como demostró, por citar lo más reciente, en Le mani forti.
Glenn Casale aseguraba ayer que retomó el musical primigenio de Broadway con la idea de acercarlo más a la novela original. Una narración de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve (1740) que en 1756 y por obra de una profesora, Jeanne Marie Le Prince de Beaumont (1711-1780), se convirtió en un cuento más breve y más ingenuo. Ha quedado la idea motriz: la importancia de la belleza interior por encima de la apariencia. Con orquesta en directo y un telón de boca de fantasía, La Bella y la Bestia está dirigido, aseguran, a espectadores adultos e infantiles. Este espectáculo reinará previsiblemente hasta la llegada en abril al Apolo de Sweeney Todd, un gran Sondheim con dirección de Mario Gas, y ya en septiembre se enfrentará al Hoy no me puedo levantar de Nacho Cano en el Tívoli.