21 de juny de 2007
• La obra, estrenada en el West End, dura tres horas y ha costado 18,5 millones
Estreno en Londres del musical 'El señor de los anillos'-->
BEGOÑA ARCE
Estreno en Londres del musical 'El señor de los anillos'-->
BEGOÑA ARCE
LONDRES
Después de la trilogía literaria y la adaptación cinematográfica, El señor de los anillos llega los escenarios teatrales de Londres. El nuevo musical, basado en la formidable obra de J.R.R. Tolkien, es la fantasía más cara que se ha permitido la historia del West End. La producción, que ha costado 18,5 millones de euros, es un derroche de efectos especiales, acrobacias y trucos mágicos para arrastrar a los espectadores al mundo de los hobbits.Durante tres horas, una troupe de 50 actores, acompañada de 19 músicos, vive incontables aventuras y batallas, en un escenario circular giratorio en constante movimiento, controlado por ordenador y compuesto de una quincena de plataformas, cuyo ensamblaje ha costado 1,5 millones de euros.El productor Kevin Wallance, el director Matthew Warchus y su equipo creativo, liderado por el diseñador Rob Howell, no han descuidado un solo detalle del vestuario, los decorados, la coreografía o los efectos pirotécnicos. Las audiciones realizadas hace unos meses para los papeles de hobbits estuvieron limitadas a los actores de 1,65 metros de altura.DIVISIÓN EN LA CRÍTICATras un sonado fracaso el año pasado en Toronto, todos querían asegurarse que está vez el musical funcionaría. El martes, la noche del estreno, en el patio de butacas, se dieron cita grandes personalidades del espectáculo, como el productor que más sabe de musicales, Andrew Lloyd Webber, la actriz inglesa Judie Dench o el norteamericano Kevin Spacey, director del Old Vic. "Para alguien ques el un fan de Tolkien, esto es algo estupendo. Nunca he visto las películas, pero en esta obra, tanto la coreografía como los actores son maravillosos", declaró Dench al terminó de espectáculo, que culminó con una gran ovación de la sala en pie.La crítica, sin embargo, se mostraba ayer bastante más beligerante y claramente dividida. Mientras el especialista del diario The Guardian, que confesaba su ignorancia de la obra de Tolkien, admiraba "un espectáculo que no podría haberse hecho mejor", su colega del Independent consideraba la adaptación "completamente inadecuada". Y mientras a Sam Marlowe, en The Times, el show le parece una "maravilla", el Financial Times criticaba la mediocridad de la música, "sin una sola canción memorable". El Daily Mail lo tachaba de rancio y Charles Spencer, del Daily Telegraph, calificaba toda la puesta en escena de "mediocre", vaticinándole una vida muy corta. La última palabra la tendrán el público y la taquilla
Después de la trilogía literaria y la adaptación cinematográfica, El señor de los anillos llega los escenarios teatrales de Londres. El nuevo musical, basado en la formidable obra de J.R.R. Tolkien, es la fantasía más cara que se ha permitido la historia del West End. La producción, que ha costado 18,5 millones de euros, es un derroche de efectos especiales, acrobacias y trucos mágicos para arrastrar a los espectadores al mundo de los hobbits.Durante tres horas, una troupe de 50 actores, acompañada de 19 músicos, vive incontables aventuras y batallas, en un escenario circular giratorio en constante movimiento, controlado por ordenador y compuesto de una quincena de plataformas, cuyo ensamblaje ha costado 1,5 millones de euros.El productor Kevin Wallance, el director Matthew Warchus y su equipo creativo, liderado por el diseñador Rob Howell, no han descuidado un solo detalle del vestuario, los decorados, la coreografía o los efectos pirotécnicos. Las audiciones realizadas hace unos meses para los papeles de hobbits estuvieron limitadas a los actores de 1,65 metros de altura.DIVISIÓN EN LA CRÍTICATras un sonado fracaso el año pasado en Toronto, todos querían asegurarse que está vez el musical funcionaría. El martes, la noche del estreno, en el patio de butacas, se dieron cita grandes personalidades del espectáculo, como el productor que más sabe de musicales, Andrew Lloyd Webber, la actriz inglesa Judie Dench o el norteamericano Kevin Spacey, director del Old Vic. "Para alguien ques el un fan de Tolkien, esto es algo estupendo. Nunca he visto las películas, pero en esta obra, tanto la coreografía como los actores son maravillosos", declaró Dench al terminó de espectáculo, que culminó con una gran ovación de la sala en pie.La crítica, sin embargo, se mostraba ayer bastante más beligerante y claramente dividida. Mientras el especialista del diario The Guardian, que confesaba su ignorancia de la obra de Tolkien, admiraba "un espectáculo que no podría haberse hecho mejor", su colega del Independent consideraba la adaptación "completamente inadecuada". Y mientras a Sam Marlowe, en The Times, el show le parece una "maravilla", el Financial Times criticaba la mediocridad de la música, "sin una sola canción memorable". El Daily Mail lo tachaba de rancio y Charles Spencer, del Daily Telegraph, calificaba toda la puesta en escena de "mediocre", vaticinándole una vida muy corta. La última palabra la tendrán el público y la taquilla
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