24 de juny de 2007
los efectos de sonido y de luces, junto a unas grandísimas voces, dan forma a un espectáculo donde reina la imaginación
Wendy junto a Peter Pan en un momento de la función
Wendy junto a Peter Pan en un momento de la función
Foto: Rueda Villaverde MIGUEL A. ORTIZ
«Juntos vamos a volar con la imaginación hacia un mundo de fantasía». Sólo con esa frase se puede definir lo que el espectador vive cuando se prepara para disfrutar del espectáculo de Peter Pan. Espectáculo que comienza con un sorprendente juego de luces que permite, que campanilla sobrevuele el patio de butacas para que su mágica figura acabe reflejándose en el telón y dé paso al título en un llamativo y característico color verde. A partir de ese momento es una narradora la que cobra protagonismo, pues es la encargada de explicar al público el trascurrir de los acontecimientos. Unos acontecimientos que cuentan la historia de Peter Pan, el niño que no quería crecer y que busca una madre para él y para los niños pérdidos «que se han caído del cochecito sin que su tata se dé cuenta y que si no son reclamados en una semana pasan al País de Nunca Jamás». Wendy será la mamá y junto a sus hermanos, John y Michael, irán descubriendo valores como la amistad, el compañerismo o el amor y vivirán un sinfín de aventuras. Uno de los momentos estrellas de la obra se produce cuando Peter, al que da vida Miguel Antelo, debe enfrentarse en un duelo con los rufianes y sicarios que están a cargo del malvado Capitán Garfio, con un barco pirata al fondo como decorado. Otro de los momentos más aplaudidos, llega cuando se produce el tránsito desde la casa de Londres, donde viven Wendy y sus hermanos, hacia ‘Nunca Jamás’, porque se vive el hito más especial, los niños aprender a volar y se marchan camino de la «segunda estrella hacia el amanecer», es decir hacia el mundo de fantasía donde viven Peter, Campanilla y toda su pandilla de amigos. Allí, son recibidos al ritmo de la música y de las voces de los niños pérdidos, donde se mezclan los ritmos y los estilos musicales.Por contra, los momentos más emotivos de la obra se producen con la despedida de Wendy y sus hermanos. Y sobre todo, cuando la celosa Campanilla está a punto de morir. En ese momento es cuando Peter pide ayuda al público para volver a creer en las hadas y para salvar la vida a su amiga. Es una de las escenas con las que más se identificó el público, fundamentalmente el público infantil.Calidad. No es de extrañar que el musical lleve desde el año 98 dando vueltas por los escenarios de media España y en próximas fechas se prepare para dar su salto a los teatros de Londres. Y no lo es, porque lo que distingue claramente a este espectáculo con mayúsculas, es la calidad. Es mucho más una obra de teatro. Los efectos de luces, de sonido unidos a una calidad vocal e interpretativa de todos los actores y actrices lo convierten en un delicioso evento. Cada personaje, (uno de los más carismáticos es Nana el perro que hace de niñera de los niños de la familia Darling)está cuidado hasta el mínimo detalle y hasta las canciones que se interpretan como ‘Hay que creer en Hadas’ o ‘Cuando te haces mayor’, fueron creadas expresamente para la representación. Técnicamente, también está todo ciudado a la perfección. Los decorados están muy conseguidos, desde los interiores de la casa de Londres hasta la selva, el campamento indio o el paisaje que conforman los edificios de la ciudad Londinense.En lo que respecta al público, lcompleto el aforo del teatro. No obstante, todos aquellos que quieran vivir la magia y la fantasía de Peter Pan, todavía están a tiempo, ya que a las 12 de está mañana se representará la última de las funciones de este evento. Si pueden vayan, merece la pena.
«Juntos vamos a volar con la imaginación hacia un mundo de fantasía». Sólo con esa frase se puede definir lo que el espectador vive cuando se prepara para disfrutar del espectáculo de Peter Pan. Espectáculo que comienza con un sorprendente juego de luces que permite, que campanilla sobrevuele el patio de butacas para que su mágica figura acabe reflejándose en el telón y dé paso al título en un llamativo y característico color verde. A partir de ese momento es una narradora la que cobra protagonismo, pues es la encargada de explicar al público el trascurrir de los acontecimientos. Unos acontecimientos que cuentan la historia de Peter Pan, el niño que no quería crecer y que busca una madre para él y para los niños pérdidos «que se han caído del cochecito sin que su tata se dé cuenta y que si no son reclamados en una semana pasan al País de Nunca Jamás». Wendy será la mamá y junto a sus hermanos, John y Michael, irán descubriendo valores como la amistad, el compañerismo o el amor y vivirán un sinfín de aventuras. Uno de los momentos estrellas de la obra se produce cuando Peter, al que da vida Miguel Antelo, debe enfrentarse en un duelo con los rufianes y sicarios que están a cargo del malvado Capitán Garfio, con un barco pirata al fondo como decorado. Otro de los momentos más aplaudidos, llega cuando se produce el tránsito desde la casa de Londres, donde viven Wendy y sus hermanos, hacia ‘Nunca Jamás’, porque se vive el hito más especial, los niños aprender a volar y se marchan camino de la «segunda estrella hacia el amanecer», es decir hacia el mundo de fantasía donde viven Peter, Campanilla y toda su pandilla de amigos. Allí, son recibidos al ritmo de la música y de las voces de los niños pérdidos, donde se mezclan los ritmos y los estilos musicales.Por contra, los momentos más emotivos de la obra se producen con la despedida de Wendy y sus hermanos. Y sobre todo, cuando la celosa Campanilla está a punto de morir. En ese momento es cuando Peter pide ayuda al público para volver a creer en las hadas y para salvar la vida a su amiga. Es una de las escenas con las que más se identificó el público, fundamentalmente el público infantil.Calidad. No es de extrañar que el musical lleve desde el año 98 dando vueltas por los escenarios de media España y en próximas fechas se prepare para dar su salto a los teatros de Londres. Y no lo es, porque lo que distingue claramente a este espectáculo con mayúsculas, es la calidad. Es mucho más una obra de teatro. Los efectos de luces, de sonido unidos a una calidad vocal e interpretativa de todos los actores y actrices lo convierten en un delicioso evento. Cada personaje, (uno de los más carismáticos es Nana el perro que hace de niñera de los niños de la familia Darling)está cuidado hasta el mínimo detalle y hasta las canciones que se interpretan como ‘Hay que creer en Hadas’ o ‘Cuando te haces mayor’, fueron creadas expresamente para la representación. Técnicamente, también está todo ciudado a la perfección. Los decorados están muy conseguidos, desde los interiores de la casa de Londres hasta la selva, el campamento indio o el paisaje que conforman los edificios de la ciudad Londinense.En lo que respecta al público, lcompleto el aforo del teatro. No obstante, todos aquellos que quieran vivir la magia y la fantasía de Peter Pan, todavía están a tiempo, ya que a las 12 de está mañana se representará la última de las funciones de este evento. Si pueden vayan, merece la pena.
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