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27 de maig de 2008
Quien vaya a ver Fama, el musical, al Teatro Villamarta y -aunque se quede sentadito en su butaca- no mueva instintivamente los pies al ritmo de la música y los bailes es que no lleva sangre en las venas. La fuerza y la energía con la que una treintena de actores-bailarines-cantantes (porque los artistas de este espectáculo son tres en uno, a distintos niveles, claro) se desenvuelven sobre el escenario despierta admiración y, qué le vamos a hacer, hay que admitirlo, cierta envidia.
VIRGINIA MONTERO
El ritmo del éxito del musical 'Fama' inundó el Villamarta./ T. S.El musical comienza suavemente, con números relativamente suaves y poco a poco va aumentando en intensidad, en paralelo con el desarrollo del argumento. Desde la ilusión de los primeros momentos de este grupo de jóvenes alumnos de una escuela de artes escénicas neoyorquina a los primeros obstáculos académicos, a las indecisiones, a la angustia de estar enamorado y no ser correspondido, a la búsqueda rápida y no siempre acertada de la fama... el dinamismo de la historia va in crescendo para desembocar en la graduación de los estudiantes y, por consiguiente, en la despedida y la bifurcación de los caminos.
Desafortunadamente, el público de Jerez no respondió en número suficiente a la primera función de Fama, el musical, en la ciudad. Del patio de butacas -habría más espectadores arriba- apenas estaba lleno la mitad por lo que durante la primera parte de la función, los asistentes estuvieron más bien fríos y apenas se contagió la energía del escenario. Menos mal que, tras el descanso (la obra dura dos horas y cuarenta y cinco minutos con intermedio) el público se animó y acabó de pie entonando el conocidísimo himno Fame con palmas incluidas. Como premio a este súbito y tardío despertar, la compañía regaló al público del Teatro Villamarta un segundo pase del número final.
Pero no todo es música y baile: el drama y el humor completan este cóctel que seguirá sirviéndose todo el fin de semana.
27 de maig de 2008
Quien vaya a ver Fama, el musical, al Teatro Villamarta y -aunque se quede sentadito en su butaca- no mueva instintivamente los pies al ritmo de la música y los bailes es que no lleva sangre en las venas. La fuerza y la energía con la que una treintena de actores-bailarines-cantantes (porque los artistas de este espectáculo son tres en uno, a distintos niveles, claro) se desenvuelven sobre el escenario despierta admiración y, qué le vamos a hacer, hay que admitirlo, cierta envidia.
VIRGINIA MONTERO
El ritmo del éxito del musical 'Fama' inundó el Villamarta./ T. S.El musical comienza suavemente, con números relativamente suaves y poco a poco va aumentando en intensidad, en paralelo con el desarrollo del argumento. Desde la ilusión de los primeros momentos de este grupo de jóvenes alumnos de una escuela de artes escénicas neoyorquina a los primeros obstáculos académicos, a las indecisiones, a la angustia de estar enamorado y no ser correspondido, a la búsqueda rápida y no siempre acertada de la fama... el dinamismo de la historia va in crescendo para desembocar en la graduación de los estudiantes y, por consiguiente, en la despedida y la bifurcación de los caminos.
Desafortunadamente, el público de Jerez no respondió en número suficiente a la primera función de Fama, el musical, en la ciudad. Del patio de butacas -habría más espectadores arriba- apenas estaba lleno la mitad por lo que durante la primera parte de la función, los asistentes estuvieron más bien fríos y apenas se contagió la energía del escenario. Menos mal que, tras el descanso (la obra dura dos horas y cuarenta y cinco minutos con intermedio) el público se animó y acabó de pie entonando el conocidísimo himno Fame con palmas incluidas. Como premio a este súbito y tardío despertar, la compañía regaló al público del Teatro Villamarta un segundo pase del número final.
Pero no todo es música y baile: el drama y el humor completan este cóctel que seguirá sirviéndose todo el fin de semana.
