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22 de maig de 2008
El director murciano ha cosechado un gran éxito con 'La señorita de Trevélez', que ha protagonizado una gira triunfal
ANTONIO ARCO
AHORA, SHAKESPEARE.
Mariano de Paco, durante la preparación del montaje de La fierecilla domada. Mariano de Paco es, todo en uno, Peter Pan, el inquieto duende Puck del veraniego sueño nocturno de Shakespeare, Romeo enamorado locamente cuando se enamora, un cómico, un trotamundos, un espadachín de Lope, cualquiera de los dos hijos de La muerte de un viajante (Miller) o Largo viaje hacia la noche (O'Neill) y, si se tercia, una de las mismísimas brujas de Macbhet; porque, tratándose de teatro, Mariano de Paco está dispuesto a lo que haga falta si se hace bien. Hijo de Virtudes Serrano y de Mariano de Paco, ambos profesores y grandes expertos en teatro español, y hermano de Diana de Paco -ella es la responsable de la versión de La fierecilla domada, de Shakespeare, que estrenará en julio en Almagro-, el joven director murciano vive un momento muy especial.
Abandonada ya por completo su faceta de actor, que empezó a cultivar a las placenteras órdenes de César Oliva en el Aula de Teatro de la Universidad de Murcia, donde cursó Derecho, sigue vibrando cada vez que pisa un escenario, si bien ahora lo hace para dirigir a los actores de sus montajes. El último de ellos, La señorita de Trevélez, de Carlos Arniches, no sólo ha servido para recuperar para la escena a la gran Ana Marzoa, sino que ha obtenido un festivo y redondo éxito.
Apuestas
De Paco, de regreso de Londres, donde se le ha hecho la boca agua contemplando cómo se las gastan sobre las tablas los intérpretes de la Royal Shakespeare Company, está ahora metido hasta el cuello y hasta el último suspiro en el montaje que, los días 15 y 16 de julio, estrenará en el 31 Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro: La fierecilla domada, de Shakespeare, en una versión firmada por su hermana Diana y que cuenta en el reparto con, entre otros, Lucía Quintana, Luis Fernando Alvés y Juan Carlos Martín. De Arniches a Shakespeare, a Mariano de Paco le gustan los retos, los viajes, sus hijos y que se escuche la respiración del público clavado en las butacas.
Su carrera ha ido peldaño a peldaño, pequeño éxito a pequeño éxito, apostando por textos fuertes como Danny y Roberta: una danza apache, de Johh Patrick, autor al que siempre agradecerá que escribiera «un texto tan hermoso, tan radical, capaz de conmover, de dilatar nuestras pupilas y nuestras entrañas a través de una historia de amor, o de encuentro, nacida de la violencia y la soledad de una parte del mundo minúsculo formado por dos personajes, Danny y Roberta».
Gerente desde 2003 del Festival de Almagro, este año regresará a sus calles y plazas, pero esta vez para mostrar él su visión de La fierecilla domada, un montaje en el que abundarán las transformaciones y los equívocos, y con el que De Paco está prendado, enganchado, enloquecido, expectante, nervioso, divertido y apasionado. El teatro: puro veneno.
22 de maig de 2008
El director murciano ha cosechado un gran éxito con 'La señorita de Trevélez', que ha protagonizado una gira triunfal
ANTONIO ARCO
AHORA, SHAKESPEARE.
Mariano de Paco, durante la preparación del montaje de La fierecilla domada. Mariano de Paco es, todo en uno, Peter Pan, el inquieto duende Puck del veraniego sueño nocturno de Shakespeare, Romeo enamorado locamente cuando se enamora, un cómico, un trotamundos, un espadachín de Lope, cualquiera de los dos hijos de La muerte de un viajante (Miller) o Largo viaje hacia la noche (O'Neill) y, si se tercia, una de las mismísimas brujas de Macbhet; porque, tratándose de teatro, Mariano de Paco está dispuesto a lo que haga falta si se hace bien. Hijo de Virtudes Serrano y de Mariano de Paco, ambos profesores y grandes expertos en teatro español, y hermano de Diana de Paco -ella es la responsable de la versión de La fierecilla domada, de Shakespeare, que estrenará en julio en Almagro-, el joven director murciano vive un momento muy especial.
Abandonada ya por completo su faceta de actor, que empezó a cultivar a las placenteras órdenes de César Oliva en el Aula de Teatro de la Universidad de Murcia, donde cursó Derecho, sigue vibrando cada vez que pisa un escenario, si bien ahora lo hace para dirigir a los actores de sus montajes. El último de ellos, La señorita de Trevélez, de Carlos Arniches, no sólo ha servido para recuperar para la escena a la gran Ana Marzoa, sino que ha obtenido un festivo y redondo éxito.
Apuestas
De Paco, de regreso de Londres, donde se le ha hecho la boca agua contemplando cómo se las gastan sobre las tablas los intérpretes de la Royal Shakespeare Company, está ahora metido hasta el cuello y hasta el último suspiro en el montaje que, los días 15 y 16 de julio, estrenará en el 31 Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro: La fierecilla domada, de Shakespeare, en una versión firmada por su hermana Diana y que cuenta en el reparto con, entre otros, Lucía Quintana, Luis Fernando Alvés y Juan Carlos Martín. De Arniches a Shakespeare, a Mariano de Paco le gustan los retos, los viajes, sus hijos y que se escuche la respiración del público clavado en las butacas.
Su carrera ha ido peldaño a peldaño, pequeño éxito a pequeño éxito, apostando por textos fuertes como Danny y Roberta: una danza apache, de Johh Patrick, autor al que siempre agradecerá que escribiera «un texto tan hermoso, tan radical, capaz de conmover, de dilatar nuestras pupilas y nuestras entrañas a través de una historia de amor, o de encuentro, nacida de la violencia y la soledad de una parte del mundo minúsculo formado por dos personajes, Danny y Roberta».
Gerente desde 2003 del Festival de Almagro, este año regresará a sus calles y plazas, pero esta vez para mostrar él su visión de La fierecilla domada, un montaje en el que abundarán las transformaciones y los equívocos, y con el que De Paco está prendado, enganchado, enloquecido, expectante, nervioso, divertido y apasionado. El teatro: puro veneno.
