30 de juny 2008

La Espert, por la puerta grande

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23 de juny de 2008

JULIO BRAVO.
MÉRIDA

Pisó La Espert (Nuria se queda, desde hace muchos años, en el camerino mientras ella actúa) la arena del escenario de Mérida vestida de rojo y oro, dispuesta a templar las palabras y a mandar al público. Sobre el escenario, el recuerdo de Margarita Xirgu, de La Xirgu, que también pisó, hace ahora setenta y cinco años, la arena de este teatro bimilenario, en su primera representación de la era moderna. La Xirgu encarnó, el 18 de junio de 1933, a «Medea», uno de los personajes más sinuosos y comprometidos de la historia de la literatura dramática. Y otra actriz catalana, La Espert, que vive un particular idilio con la hechicera griega desde que la interpretara por vez primera a los diecinueve años, en que tuvo que sustituir a la actriz principal, invocó ayer el espíritu de Medea convertida en La Xirgu, o quizás era el espíritu de La Xirgu convertida en Medea: desde el traje, cuyas telas y colores eran las mismas que el que vistió la legendaria actriz, hasta el peinado, también idéntico que el que La Xirgú llevó en 1933.
Fueron apenas veinte minutos, apenas unas pinceladas de una tragedia a través de los textos de Eurípides y Séneca (en una versión poderosa de Juan Germán Schroeder). Pero La Xirgu, La Espert y Medea se convirtieron en una sola y el teatro romano de Mérida vivió unos momentos emocionantes, con uno de los mitos que más noches ha visitado ese escenario mágico y con una actriz que lleva sangre de Medea por sus venas. La Espert una nueva lección de sabiduría, de belleza, de talento, de calor, de temperamento... En una intervención histórica, porque parece ser —así lo lamenta el nuevo director del festival, Francisco Suárez— que la del sábado fue la última «Medea» de Nuria Espert, y que el público premió con una ovación cargada de cariño y reconocimiento cuando salió por la puerta grande del teatro romano y al regresar al escenario para saludar.
El recuerdo a Margarita Xirgu fue el leit motiv de la gala inaugural del festival emeritense, que había arrancado con un tibio concierto de la Orquesta y Coro de RTVE, bajo la dirección de su titular, Adrian Leaper, en el que interpretaron fragmentos del «Orfeo y Eurídice» de Gluck y piezas de Mozart, que sonaron como banda sonora de la «Medea» de 1933. Y hubo tiempo también para un breve documental, «Xirgu, la desterrada», que recuerda el forzado exilio que tuvo que vivir en Iberoamérica la actriz a causa de la guerra civil y el asentamiento del régimen franquista.
Pero no sólo de la Xirgu vivió la inauguración. Francisco Suárez quiso aprovechar la entrada del verano (que llegó a Mérida con todos sus calurosos honores) y convertir la gala en la fiesta del Solsticio del teatro. Y para darle un toque diferente a la fiesta, convocó a un personaje esencialmente televisivo, Andréu Buenafuente, para que, junto a dos de sus colaboradores habituales —el Follonero y Berto—, dieran un toque «popular» a la velada con la excusa de presentar la programación del festival. El ingenio de los tres entretenedores —que resultó muy desigual, con momentos afortunados y otros bastante menos— no pudo ocultar su falta de tablas y en todo momento se movieron como peces fuera del agua.
En cualquier caso, Mérida vivió una fiesta teatral, que vivieron en las gradas, junto al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara y el alcalde de Mérida, José Ángel Calle (ambos objeto de chanza del Follonero), muchos nombres de nuestra escena, como Blanca Portillo (la Medea de 2009), Asunción Balaguer, Ernesto Alterio, Merche Esmeralda (otra Medea inolvidable), Jorge Lavelli, Juan Margallo, Petra Martínez, José Pedro Carrión, María Fernanda d'Ocón, Esperanza Roy, Antonio Canales, Juanjo Artero, Ángeles Martín, Sergio Peris Mencheta o Esperanza Roy.

Encetem temporada, comença l'espectacle!

Amb la celebració de la Festa Major de Manresa,  donem el tret de sortida a la nova temporada del Kursaal.  Us hem preparat una tardor que a...