18 de febrer de 2007
Imagen tomada durante las jornadas de puertas abiertas en el Teatro Real
Madrid. (EUROPA PRESS).-
Unas 3.000 personas soportaron esta mañana largas colas para poder admirar los entresijos del Teatro Real en una jornada de puertas abiertas con motivo de la celebración de su décimo aniversario como Teatro Nacional de Opera de Madrid y del cuarto centenario del nacimiento de la Opera.Según el guía del teatro, Javier Chávarri, que tanta gente se haya acercado a las puertas es "todo un orgullo para el Teatro Real y para los guías, que todos los días reciben a mucha gente". La cola de gente, es "tremenda", aseguró en referencia a la larga fila, que llegaba desde la Catedral de la Almudena hasta la puerta del Teatro que da a la plaza de Isabel II. El Teatro se inauguró en el 1850, estuvo abierto durante 75 años y "fue uno de los mejores teatros de Europa, que siempre ha tenido fama de tener una acústica maravillosa", dijo Chávarri. En 1925 el teatro amenazó ruina y estuvo cerrado durante 40 años y, tras diferentes aperturas, fue cerrado definitivamente hasta los 90, años en que se iniciaron las obras de reconstrucción. "El 11 de octubre de este año se conmemoran los 10 años como nuevo Teatro Nacional de Ópera", celebró Chávarri.También comentó que los precios del las butacas oscilan en Opera, que es el espectáculo más caro, desde "alrededor de los 130 Euros hasta 20 ó 25 euros en una localidad del paraíso". Chávarri defendió que "la acústica es igualmente maravillosa" tanto en las localidades de patio, como en las superiores.
Acercar el teatro a la gente
Por su parte, Daniel Bianco, director técnico del Teatro, comentó que "por donde normalmente entran los camiones, los decorados, está hoy abierto al público". Así, indicó que es «importante» que la "gente vea lo que pasa detrás del telón, para que conozca la suma de oficio".Aparte de la celebración del aniversario del teatro, Bianco explicó que este día coincide con "las jornadas europeas por los 400 años del nacimiento de la opera", ante lo cual recordó que su "obligación es acercar más el teatro a la gente".Según el director técnico, "hay muchas maneras" para lograr este acercamiento y pasan por organizar visitas gratuitas al teatro o celebrar operas "con precios más populares". De hecho, el sábado que viene, día 24, se ofrecerá un concierto "para que la gente pueda escuchar gratis a los cantantes".
Un gran equipo
Cada vez que un escenario se mueve, "250 personas entre maquinistas, utileros, maquilladores, mecánica escénica, sastrería, eléctricos, audiovisuales, caracterización... se ponen en movimiento". Muchos oficios y "mucha gente joven en el Teatro Real pero muy profesionales", matizó.No sólo se ponen en movimiento las personas, también las plataformas se mueven para poder hacer un cambio que puede durar aproximadamente unos 20 minutos. Tiempo que los asistentes pueden utilizar para tomarse una copita de champan o pasear por los salones por los diferentes salones. Todo se mueve "para que cuando se sienten otra vez siga la magia aunque con otro decorado". Sin embargo, explicó todo esto se hace también, "gracias a la gran tecnología con la que cuenta el Teatro Real".
Largas colas desde primeras horas de la mañana
Desde primeras horas de la mañana numerosas personas se acercaron al Teatro Real con el objetivo de conocer las noble institución por dentro. Tras horas de espera, afirmaron "estar muy cansados y haber pasado mucho frío", pero reconocieron que había "merecido la pena", pues "la ilusión" por conocer los entresijos del "gran teatro" era "muy grande".Esta noche actúa una vez más, la soprano, Maria Bayo, que interpretará 'Neddà de 'I Pagliaccì. Para ella, cantar en el Teatro Real de Madrid, es como "hacerlo en casa". Además, agradeció profundamente el trabajo de los que están detrás del telón, ya que son los que "hacen posible que se haga la opera". "Aunque el espectador no lo ve, sin ellos no podría hacerse el espectáculo", concluyó.
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