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17 agost 2010
BARCELONA
(EUROPA PRESS) -
La compañía de Maria Rovira, Trànsit Dansa, cumple 25 años y lo celebra dando su primer salto al mundo del flamenco con los espectáculos 'Paso distinto', 'No man's land' y 'Somorrostro'.
Se podrán ver en el Teatre Romea de Barcelona desde este martes hasta el 12 de septiembre, en el marco del festival Dansalona.
Fiel a su estilo de danza contemporánea, en 'Paso distinto' es el baile moderno el que se acerca al flamenco, y lo hace a través de ocho bailarinas del conservatorio de Granada que "en su vida habían bailado algo que no fuera flamenco", ha explicado Rovira en rueda de prensa.
Las bailaoras se han acercado a lo contemporáneo con una música "dificilísima", alejada de los ritmos clásicos que suelen acompañar a la perfección los movimientos flamencos. En la segunda parte del montaje, en cambio, se recurre a un maestro del sur, Manuel de Falla, para dar todo el protagonismo a un elemento que Rovira acaba de descubrir y que le parece fascinante: la bata de cola.
"Cómo utilizarla en el lenguaje contemporáneo" es la premisa que guía esta parte, con bailes que incluyen la bata de cola subida a la altura del pecho y lanzamientos al aire que hacen que el espectáculo sea de lo más "divertido", ha asegurado la coreógrafa.
Este 'Paso distinto' se acompaña de una segunda pieza; 'No man's land', que Rovira estrenó en el Joyce Theatre de Nueva York en 1996 y que no se ha visto en Barcelona desde entonces. Se trata del montaje que lanzó a Rovira a nivel internacional, y según ha comentado la coreógrafa, "es una obra que no se ha hecho antigua".
Se basa en el libro del filósofo Rafael Argullol 'Caçador d'instants' y cuenta con la música de Joan Albert Amargós, Salvador Niebla y la voz de Ginesa Ortega. Las dos piezas se podrán ver juntas desde este martes hasta el 29 de agosto.
HOMENAJE AL SOMORROSTRO
Los aires flamencos del Romea se prolongarán un poco más, ya que unos días más tarde, el 31, se estrenará 'Somorrostro', el particular homenaje de Rovira al desaparecido barrio gitano de la playa de la Barceloneta, cuna de grandes artistas como la bailaora Carmen Amaya.
"Es un viaje de mapas y de sentimientos", ha confesado Rovira, que ha explicado que en este montaje el proceso es el inverso: han sido los bailarines de la compañía --muchos de ellos veinteañeros que nunca habían oído hablar del Somorrostro-- los que han tenido que aprender los palos del flamenco.
Así, este homenaje a la extinta Barcelona gitana de los años 50, es un intento de recuperar la memoria, aunque también tiene la voluntad de establecer un paralelismo con la actuales olas de inmigración y su aportación cultural a la ciudad.
El espectáculo, que aún se está perfilando, incluirá videos con imágenes del barrio y fotografías antiguas, un mundo que se hizo famoso con la película 'Los Tarantos', protagonizada por Antonio Gades y Carmen Amaya. Las alusiones a esta bailaora son inevitables en el montaje, aunque Rovira ha confesado que le reserva un papel más importante para más adelante.
"A Carmen Amaya la quiero tanto que la quiero tocar a ella sola", ha confesado la coreógrafa, desvelando así un proyecto futuro con el que quiere restaurar la deuda pendiente que Barcelona tiene con su bailaora más universal.
