Jaime Azpilicueta, director de musicales como
"Jesucristo Superstar", ha asegurado que los "musicales están
salvando el teatro", pues, a pesar de la crisis económica las salas de la
Gran Vía de Madrid cuelgan cada fin de semana el cartel de "no hay billetes".
Semanas antes de estrenar "My Fair Lady" en
Tenerife, Azpilicueta ha reflexionado en una entrevista sobre el éxito que
están teniendo los musicales frente a las representaciones teatrales, que
lamenta que no tiene una industria fuerte en España.
Los musicales son una "revitalización del teatro",
afirma el director español, que reconoce que el triunfo del género musical está
relacionado con el negocio que lo respalda, que le permite generar nuevas
funciones y engordar las taquillas.
No obstante, insiste, la clave de un buen musical está en la
historia que cuenta, en que sepa enganchar al espectador, le atrape y le haga
sentir identificado con los personajes.
Para Azpilicueta, considerado el padre de los musicales en
España, este género es "una coliflor llena de caviar", lo que
significa que la esencia es la historia es sencilla como una coliflor, mientras
que su elegancia reside en el espectáculo de música, baile e iluminación que le
rodea y también en la producción.
Preocupado por la ausencia de nuevos escritores con talento,
el director se pregunta ¿dónde está un nuevo Arthur Miller, dónde está un nuevo
Tennessee Williams?
La falta de creatividad desemboca en los musicales de forma
negativa, lamenta Azpilicueta, que se queja de falta de material para poder
dirigir nuevos musicales y no tener que volver a rescatar clásicos como
"Sonrisas y Lágrimas" o "West Side Story".
Esta denuncia contrasta con las buenas taquillas de los
teatros y con la cantidad de profesionales que viven de los musicales, que
asegura que cada vez son más y con mayor calidad.
Desde que en 1975 dirigió "Jesucristo Superstar",
el primer gran musical que se hizo en España, hasta hoy en día, 37 años más
tarde, Azpilicueta constata que la calidad profesional de cantantes y
bailarines ha mejorado "infinitamente".
Entre risas, el director recuerda cuando hizo su primera
audición, y todos los candidatos, que "no sabían ni lo que era un
musical", cantaron una canción de The Beatles.
"La gente pensaba que en este país no se podía hacer
musicales sino zarzuelas", declara, una idea que, ahora podría parecer una
locura, ya que, según detalla, Madrid, después de Nueva York y Londres, es la
tercera capital de los musicales.
Aunque especialmente sencillo y modesto durante toda la
entrevista, Azpilicueta lanza: "cuando viene un productor extranjero y ve
lo que hacemos en España se queda estupefacto".
Una impresión que es extrapolable a todo el país, pues
asegura que más allá de la Gran Vía madrileña también se ríe y se llora desde
las butacas de las salas de teatro.
publicat per
Belén Rodríguez, Santa Cruz de Tenerife, EFE
19 de maig de 2012
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada