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'Reina Juana'. Foto: Sergio Parra.
hoyesarte.com 27/04/2016
Del 28 abril al 05 de junio 2016
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En: Madrid, Teatro de La Abadía
Hay figuras históricas por las que se sienten
especialmente atraídos los creadores de ficción. Eso le ha pasado a Ernesto
Caballero (Madrid, 1958) con Juana de Castilla. Modelada en el romanticismo
como esa loca de amor que todos conocemos, vuelve a ser protagonista sobre las
tablas en 'Reina Juana'. Sevilla acogió su estreno y ahora llega al Teatro de
La Abadía (Madrid) bajo la dirección de Gerardo Vera y protagonizada por Concha
Velasco.
Su vida ha sido recreada una y otra vez, y en
esta reiteración se ha ido esculpiendo un personaje ya de dudosa semejanza con
el referente original. “Siempre eché en falta un tratamiento más profundo y más
justo con tan extraordinario personaje y cuando Ernesto Caballero me mandó este
texto, vi desde su primera lectura que era el espectáculo teatral que había que
hacer”, explica Vera.
Caballero reflexiona sobre las grandes
preguntas de una época marcada por la intolerancia religiosa, la corrupción
política y la ambición desmesurada de una monarquía absolutista cuyos ecos aún
resuenan en la actualidad. “Mi principal propósito como dramaturgo ha sido
crear un personaje poliédrico, sensible y perspicaz, decidido a sobrevivir al
infortunio haciéndose fuerte en los infranqueables dominios de la irrealidad y
la imaginación”, afirma el director del Centro Dramático Nacional.
Juana de Castilla, hija de los Reyes
Católicos, fue arrastrada desde niña por todas las turbulencias, las intrigas
políticas y religiosas de la época. Ya desde su nacimiento se vio rodeada por
los gritos de agonía de más de cien herejes que a esa misma hora morían
quemados al pie de la misma ventana tras de la cual la Reina Isabel la Católica
yacía, atravesada por los dolores del parto.
Destrozada emocionalmente
Una mujer, una reina destrozada emocionalmente
por sus grandes contradicciones, por su rebeldía, por su fuerte personalidad y
por un enorme desequilibrio afectivo que cristaliza en ese paseo por el amor y
la muerte que es su matrimonio con Felipe de Habsburgo. “Su prolongada
reclusión así como su renuncia a encabezar la revuelta comunera bien pudieran
simbolizar el rechazo o la incapacidad de adaptación a una nueva época cuyas
directrices en lo referente a la acción política estaban plasmadas en El
Príncipe de Maquiavelo”, explica Caballero.
En este contexto, la reina se presenta ante el
espectador caracterizada por la falta de adecuación a la realidad que hoy
define un buen número de las patologías mentales, pero, también, por un
temperamento indómito y transgresor obstinado en contravenir las pautas de
comportamiento convencionales. Y todo ello es posible gracias al talento de
Concha Velasco que da vida a un personaje “que parece hecho a su medida”,
asegura Vera.
De martes a viernes a las 20.30 h / Sábado a
las 18.30 y 21.00 h / Domingo a las 19.30 h.
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