La producción británica basada en la famosa película de
Adrian Lyne ha recorrido el mundo desde 2008. Ahora se instala en Madrid con un
elenco de artistas nacional
Flashdance fue uno de los éxitos cinematográficos más
inesperados de la década de los 80 del pasado siglo. Se estrenó en 1983 y fue
dirigida por el británico Adrian Lyne, casi un debutante, que en ese momento
solo contaba en su haber con un filme previo, Zorras, estrenado en 1980, en el
que había contado con Jodie Foster (quien, aunque tenía 17 años, sí había
intervenido ya en películas memorables como Alicia ya no vive aquí y, sobre
todo, Taxi Driver, ambas de Martin Scorsese). Aunque, años después, Lyne
dirigiría éxitos de la gran pantalla como Nueve semanas y media, Atracción
fatal o Una proposición indecente, para Flashdance no el priemr elegido: antes
se pensó en David Cronenberg y en Brian De Palma, que prefirieron otros
proyectos. Los directivos de Paramount tampoco confiaban demasiado en el
potencial comercial de la cinta, como lo prueba el hecho de que vendieran el
25% de los derechos... antes de su estreno. No contaba tampoco con actrices o
actores conocidos. Los que estaban en la cresta de la ola rechazaron participar
en una película cuya trama giraba en torno a una jovencita de 18 años, Alex
Owens, que sueña con convertirse en bailarina profesional, pero para ganarse la
vida trabaja en una acería durante el día y como stripper en un club nocturno,
en el que llegará a conocer a Nick Hurley, el hijo del dueño de la fábrica de
acero, que se enamora de ella.El encargo de la música recayó en el compositor
italiano Giorgio Moroder, que sí tenía tras de sí un importante rastro de
éxitos, con composiciones llenapistas para Donna Summer y bandas sonoras
efectistas para obras como El expreso de medianoche, American Gigolo o El
precio del poder. Ése fue el auténtico motor del éxito de la apuesta: una
sucesión de temas pletóricos, como Maniac, Gloria o What a Feeling, pieza esta
última que logró el Oscar a la Mejor Canción Original (compitiendo, entre
otros, con Maniac). Flashdance también ganó el Grammy a la Mejor Banda Sonora
Original, así que cuando, en 2008, se estrenó en Reino Unido el musical basado
en la película lo que sorprendía es que hubieran tardado casi 25 años en
hacerlo.
EXITO MUNDIAL
La función que ahora llega a Madrid corre a cargo de
Selladoor Worldwide, la misma empresa que ha venido desarrollando su producción
en el West End londinense, así como en Estados Unidos, Suecia, Francia, Suiza,
Alemania, Austria, la República Checa o Nueva Zelanda, traducida a diversos
idiomas y con elencos casi siempre locales.Su estreno en España tuvo lugar el
pasado 20 de marzo en el Teatro Tívoli de Barcelona, con un gran montaje que
cuenta con seis músicos en directo y una veintena de actores, cantantes y
bailarines. El papel protagonista de Alex recae, en Madrid, en la barcelonesa
Amanda Digón, que cuenta con una amplia trayectoria en el mundo de los
musicales, tanto en el West End como en España -donde ha participado, desde
2017, en El médico y West Side Story, además de haber protagonizado otro
taquillazo ochentero, Dirty Dancing-. El papel de Nick, el hijo del dueño de
Hurley Steel, la acería, corre a cargo de Sam Gómez, actor de cine y teatro que
ha participado en los montajes españoles recientes de Jesucristo Superstar, Los
miserables o La bella y la bestia, además del espectáculo The Hole y ha sido
corista de discos de cantantes como Rozalén.
DATOS DE INTERÉS:
Qué: Flashdance, el musical. Dónde: Teatro Nuevo Apolo
(Plaza de Tirso de Molina, 1. Madrid). En cartel: hasta el 12 de abril.
Publicat per
Jesús Rodríguez Lenin
elmundo.es
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