Alícia Gorina afronta la terrible ‘Blasted’ de
Sarah Kane, con Pere Arquillué
De la primera obra de Sarah Kane, Blasted, que
tiene imágenes brutales (se las ha calificado de tarantinianas) e incluso
castración y antropofagia, dijo la prensa británica tras su estreno en 1995
lindezas como "un festival repugnante de inmundicia", "una
porquería ingenua" o "una cámara de horrores truculenta, diseñada
para escandalizar". Pero salieron en su defensa Harold Pinter, Edward Bond
y Caryl Churchill, nada menos, y la pieza se convirtió en un punto de inflexión
de la escena contemporánea y el inicio de una revolución en la dramaturgia.
Sarah Kane, en todo caso, no viviría mucho
para ver cómo cambiaba la opinión general sobre su teatro hasta su
reconocimiento como una de las grandes autoras dramáticas de nuestro tiempo,
pues cuatro años y otras tantas obras después (la última la autorreferencial
4.48 Psicosis, estrenada póstumamente) se ahorcaba con los cordones de sus
zapatos en los lavabos del King's College Hospital, donde había sido ingresada
por un previo intento de suicidio por sobredosis; tenía 28 años.
La seminal Blasted, con su ya legendario salto
espacio-temporal en el que la guerra, en la forma de un soldado (Blai Juanet) y
un morterazo, se cuela en la habitación de un lujoso hotel de Leeds en la que
se encuentran una pareja de ex amantes entregados a su propia destrucción,
llega ahora a escena por primera vez al teatro catalán (en 2002 la montó
Rosario Ruiz Rodgers en el Teatro Pradillo de Madrid) en un espectáculo
dirigido por Alícia Gorina.
Blasted (Rebentats), en traducción catalana de
Albert Arribas, se estrena el jueves 7 en el Teatre Municipal de Salt, en el marco
del festival Temporada Alta, y hará temporada en el Teatre Nacional de
Catalunya (TNC) del 1 de enero al 1 de febrero. La obra se desarrolla en esa
habitación de hotel a la que Ian (Pere Arquillué), un periodista
sensacionalista de edad madura enfermo de cáncer ha llevado a su ex amante Cate
(Marta Ossò), mucho más joven. El hombre, misógino, racista y homófobo, trata
de abusar de la chica.
La segunda escena transcurre al día siguiente
y en ella Cate muerde a Ian mientras le practica sexo oral. Entonces entra
inesperadamente el soldado (Kane introdujo la nueva acción sacudida por las
imágenes del asedio de Srebrenica) y la habitación es alcanzada por la bomba de
mortero. En la escena tercera, ya dinamitada la obra en su carácter inicial
naturalista, descubrimos que el hotel está en medio de una guerra brutal. El
soldado le explica a Ian las atrocidades que ha visto y cometido, y viola al
periodista y le arranca los ojos. En la siguiente escena, el soldado se ha
suicidado y Cate regresa cargando un niño que muere. En la última asistimos a
un compendio de horrores: Ian ciego se masturba junto al soldado muerto y se
alimenta del niño.
"¿Bestia? No, para mí es una obra
preciosa", dice Alicia Gorina. “Es muy dura, por supuesto, pero como lo es
la vida. Kane hace gala de honestidad y valentía al plasmar tabúes, y eso es
liberador. Habla de la vulnerabilidad de los seres humanos, de amor y de
compasión, y alude a la salvación, tratando de dar respuesta a cómo se
sobrevive cuando la vida se vuelve tan dolorosa e insoportable. Es una obra que
me reconforta, en la que encuentro la belleza de la esperanza. Como señala la
propia Kane, pese a todo su sufrimiento, los personajes continúan arañando una
vida entre ruinas".
Gorina destaca que a pesar de la inusitada violencia
explícita que aparece en la obra, "hay algo importante que no sale: la
violación de la chica, entre el acto primero y el segundo”. ¿Por qué Kane no la
hace aparecer? “Porque así alude a la invisibilidad de las violaciones y al
mismo tiempo se niega a colaborar a generar más imaginario sobre ellas".
“Es tan actual que estremece”, dice la
directora
Para la directora, Blasted"plantea una
nueva manera de hacer teatro, rompe con el teatro naturalista para adentrarse
con increíble audacia en un terreno inexplorado. La creación de imágenes, la
precisión y la depuración, la conexión emocional que establece con el
espectador, la hacen perfecta". El tema de la violación, tan actual, está
muy presente: está claro que Cate es violada por Ian y este a su vez, especularmente,
lo es por el soldado, cuya novia lo ha sido por otros militares. “Es tan actual
que estremece, una persona del equipo al leerla pensó que estaba escrita ahora
mismo. Lo que sí es bestia es que estamos igual, la humanidad ha cambiado poco”.
Publicat per
Jacinto Antón
Barcelona
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada