24 de març 2010

Doce finalistas de excelencia Premio Valle Inclán 2010

www.elcultural.es
12 de març de 2010



Miguel del Arco, Albert Boadella, Nuria Espert, José Ramón Fernández, Josep Maria Flotats, Mario Gas, Carlos Hipólito, Pérez de la Fuente, Blanca Portillo, Santiago Ramos, Rosa María Sardá y Sonia Sebastián, se baten por El Valle, el más codiciado premio de teatro que se falla el próximo 16 de marzo.

Miguel del Arco
Director, productor y coautor
La función por hacer

Miguel del Arco (Madrid, 1965) es el más polifacético de los aspirantes al premio. Se ha empleado como actor, director de varios cortometrajes y obras de teatro y como autor de textos para la televisión, un formato que le debe no pocas series. Fundó la productora Kamikaze, con Aitor Tejada, y hace cuatro años intentó poner en pie La función por hacer, libérrima versión de Seis personajes en busca de autor, de Pirandello, que firman los dos. No hubo suerte y lo volvieron a intentar hace apenas un año, con actores más jóvenes que los elegidos en la primera tentativa y “una versión menos pudorosa”, confiesa. “Algunos de los intérpretes son íntimos amigos, les hice una propuesta inviable, sólo podía pagarles ensayos durante cinco semanas, y a un caché inferior al suyo. Desde el primer día hubo química entre nosotros. Hicimos ensayos abiertos para mostrar la función, nos decíamos: 'Si no viene nadie a verla, pues nos tomamos unas cañas'. Expectativas teníamos pocas ”. Vuelven a Madrid en abril y estarán de gira todo el año.

Albert Boadella
Autor y director
La cena

Se lamenta el autor y director Albert Boadella (Barcelona, 1943) de tener escasos competidores en el terreno del teatro político: “Es una pena que en un momento en el que España tiene las mayores libertades, al menos sobre el papel, es cuando el teatro es más amable con su entorno inmediato”. Pero él y su compañía, Els Joglars, siguen fieles a un género, el de la sátira, que en La cena les permitió ofrecer una mirada sarcástica sobre el ecologismo y el cambio climático y, de paso, ofrecer una receta a lo Jonhatan Swift. Su pretensión, dice el director, fue “colocar a mi público, un sector de la progresía, en una situación incómoda, porque satirizo sobre sus mitos”. De esta manera, la compañía se ríe de “esa cantinela que venía sintiendo a mi alrededor. Vi la conferencia de Al Gore y me pareció un impostor, luego leí varios libros sobre el tema que ponían de manifiesto que había grandes dudas sobre estos asuntos, pero que se aceptaban como incuestionables, tanto que son utilizados como escaparate político”.

Nuria Espert
Actriz
La casa de Bernarda Alba

Nuria Espert (Hospitalet, Barcelona, 1935), prima donna de la escena, volvió a Lorca -“a quien tanto le debo; él abrió al mundo el teatro español y también a mí”-, a La casa de Bernarda Alba, aunque al principio se resistió : “Yo dirigí la Bernarda en Londres (con Glenda Jackson y Joan Plowright) y creía que era una dificultad añadida, pues no quería dejarme llevar por ideas preconcebidas”. Una gran producción del Teatro Español y el Teatre Nacional de Cataluña (TNC), dirigida por Lluís Pasqual y con Rosa María Sardá (también candidata), animó a Espert para enfundarse el luto de Bernarda “y tratar de que afloraran sus mundos ocultos”. Dice la actriz que Bernarda es un gran personaje, pero agrio y desagradable. “Hay malas maravillosas, como Lady Macbeth, y hay malas entre comillas, como Bernarda, que no te agrada hacerlas porque el resultado, aun si aciertas, no será justamente apreciado. Con Lady Macbeth te metes al público en el bolsillo. Mientras que Bernarda, con toda su profundidad, no resulta tan rentable”.

José Ramón Fernández
Autor
La tierra

José Ramón Fernández (Madrid, 1962) comenzó a escribir teatro de forma íntima y paciente hasta que estrenó en 1996. Tiempo después obtuvo el reconocimiento con Trilogía de la juventud, escrita con Yolanda Pallín y Javier García Yagüe, y a partir de entonces se convirtió en un solicitado autor al que las compañías madrileñas recurren ávidas de textos contemporáneos. La tierra fue escrita por el autor entre 1994 y 1997. Quedó finalista del Tirso de Molina en 1998 y, aunque ya ha sido montada en dos ocasiones, la estrenó el Centro Dramático Nacional (CDN) esta temporada. “La escribí en una época en la que mezclaba poco los géneros y hacía dramas bastante duros en relación con el público y contra cualquier lógica de producción, pues incluía muchos personajes”, explica. Da absoluta libertad al director y a los actores para que “penetren” en un texto que no está dialogado, sino que describe escenas con elipsis espacio-temporales. La obra habla de silencios ante hechos que no se pueden olvidar.

Josep Maria Flotats
Actor, director y productor
El encuentro de Descartes con Pascal el joven

Pocos intérpretes son capaces de seducirnos con una obra de casi dos horas protagonizada por Descartes y Pascal y, obviamente, de contenido filosófico. Pero Josep Maria Flotats (Barcelona, 1939) sí puede hacerlo. Volvió a un texto de su amigo Jean Claude Brisville para interpretar a Descartes, dotándolo de una personalidad más humana y cercana de la que transmite su famoso retrato. Flotats recupera un personaje histórico, que todo el mundo conoce pero cuya obra casi nadie ha leído. “Interpretar a un personaje histórico puede ser un escollo o una ayuda, depende. La idea que se tiene de Descartes es la de un personaje cerebral, distante, no se percibe su ironía, su sentido del humor. Yo, a partir del texto de Brisville, que a su vez lo escribió a partir de su correspondencia, he creado un personaje cercano, inspirándome en una frase que digo en la obra: 'No soy de los que piensan que las lágrimas son tan sólo de las mujeres'”. Flotats, que se basta de una mesa, una silla y una vela para este diálogo que mantiene con el actor Albert Triola (Pascal), se transmuta en el padre del racionalismo y comprobamos que su pensamiento es tremendamente moderno.

Mario Gas
Director
Muerte de un viajante

Mario Gas (Montevideo, 1947) recuperó el texto más paradigmático de Arthur Miller, Muerte de un viajante, para una puesta en escena que tuvo a Jordi Boixaderas y Rosa Renom como pareja protagonista. Síntoma de que el texto sigue tan impecable como cuando lo escribió Miller, en 1949, es “el hecho de que no hicimos ni versión ni adaptación, sólo la traducción de Eduardo Mendoza”, explica Gas. Además del acierto del elenco, Gas puso gran énfasis en “no caer en el melodrama, discernir la sensibilidad de la sensiblería”. Y también puso especial cuidado en “transitar con naturalidad de la realidad al mundo onírico del protagonista, Willy Loman. Un mundo al que le quise dar mucha presencia, creando esa atmósfera a la que contribuyeron especialmente las imágenes de Álvaro Luna. La pretensión era hacer una tragedia laica y moderna”. El enfrentamiento de padres e hijos es el eje de acción del conflicto de Miller. Pero no queda ahí. Para Gas, su temática es mucho más abierta. “Nos adentramos en el infierno de las relaciones familiares, paseamos por los sueños no realizados y salen a la luz la cuestión de la identidad y una crítica feroz al capitalismo”.

Carlos Hipólito
Actor
Glengarry Glen Ross

Menudo y rubicundo, Carlos Hipólito (Madrid, 1956) despliega tras su delgada complexión una forma de actuar segura, poderosa y natural. Esta temporada se ha subido a las tablas del Español con Glengarry Glen Ross, despiadada fábula de David Mamet sobre la naturaleza del hombre en situaciones límite, en este caso la de perder su trabajo. Exige la obra un elenco exclusivamente masculino, en el que a Hipólito le toca lidiar con el más avisado y patético. Su personaje de Levine “fue un regalo”, dice el actor, “porque atraviesa por muchos momentos, pasa de la euforia a la depresión y, por otro lado, es el único por el que el público siente cierta empatía. Es también un canalla pero, a diferencia de los otros, tiene una razón para robar, que es la de que su hija pueda curarse, y el público lo sabe”. Para Hipólito, esta producción le ha permitido trabajar con el director argentino Daniel Veronese, del que sólo tiene buenos recuerdos: “En él no existe el ego, tiene una forma muy sencilla de dirigir en la que no caben los reproches, siempre a favor del texto y de los actores. El comentario que más me gustaba era cuando decía: 'Lo haceis muy bien, pero sigo viendo demasiado teatro'”.

Pérez de la Fuente
Director y productor
Angelina o el honor de un brigadier

Hacía tiempo que los títulos de Jardiel Poncela habían dejado de alegrar la cartelera cuando es tan grande la sed de comedia del público; así quedó demostrado con la recepción que Angelina o el honor de un brigadier tuvo en Madrid y la larga gira que le espera por toda España. Fue Juan Carlos Pérez de la Fuente (Talamanca de Jarama, Madrid, 1959) quien se animó a dirigir y producir esta comedia, un género que apenas había transitado. Doce actores, con una hermosa y eficaz escenografía, defienden la obra con humor y elegancia. El director lo vio así:“Es un drama con traje cómico. Lo que hace Jardiel es destripar la grandilocuencia de una época, la de las postrimerías del imperio colonial español. Crea un Don Juan, que se llama Germán, para cargarse el mito. Y Angelina es un trasunto de Doña Inés. Por eso, yo he pedido a los actores que vivan el drama de forma intensa, de una manera desaforada. El actor debe ir contra la risa y, de esa forma, resulta cada vez más patético”. Convencido de que a Jardiel se le ha montado de forma “bastante convencional”, él ha intentado “redescubrirlo, especialmente para los más jóvenes, y encontrarle el tono”.

Blanca Portillo
Actriz
Hamlet

Dice Blanca Portillo (Madrid, 1963) que todos los personajes dejan huella en un actor pero la que le ha dejado Hamlet “ha sido grande y profunda. Hamlet es como el catálogo del alma humana. Nos obliga a mirarnos profundamente y a tocar zonas de nuestro consciente y de nuestro inconsciente que son muy delicadas. Supuso ponerme el espejo delante y mirarme con absoluta honestidad, tomando conciencia de todo lo bueno y de todo lo malo que hay en mí”. Con esta producción, Portillo sube al altar en el que están otras grandes damas de la escena que se atrevieron con el atribulado danés. “Intentar aunar lo femenino y lo masculino que hay en mí a partes iguales y sin desequilibrios”, asegura, fue lo más complejo de su trabajo. Ella nos hizo comprender que lo que tanto nos atrae de Hamlet es “su lucha encarnizada para no someterse al destino, y su capacidad para asumirlo cuando ya es inevitable”. Su personaje tiene una visión esotérica del mundo pero su concepto de la amistad y del amor se mantiene intacto. “Es la infinita tristeza que le produce no sentirse amado -nos explica- y su vínculo constante con la muerte”.

Santiago Ramos
Actor
Noviembre
Santiago Ramos (Boadilla, Salamanca, 1949) encontró un personaje ideal para un cómico de su perfil. Se enfundó el traje de un particular presidente de los Estados Unidos, un disparatado y corrupto político dispuesto a lo que sea con tal de salir reelegido, rodeado por una caterva de compinches de su altura. Noviembre se llamaba la obra, una farsa bastante gamberra de David Mamet con la que Ramos demostró que la comedia es lo suyo y que se mueve como pez en el agua en los textos del autor (es el cuarto título que protagoniza): “Me van muy bien este tipo de personajes, complicados y violentos pero también un poco tontos, absurdos. Aunque muchos han visto en mi papel un reflejo de Bush, éste tiene mucho recorrido, se enfrenta a varios conflictos y eso lo hace muy atractivo”. Con unos diálogos ingeniosos, Ramos resuelve con brillantez y con un ritmo implacable la comedia, el género que le interesa pero que echa de menos en las carteleras: “Yo busco comedias, pero hoy apenas se escriben. Trabajo como un francotirador, mis producciones son de cuatro o cinco actores, porque no puedo hacer comedias de Jardiel Poncela, que son imposibles por el gran número de personajes que tienen”.

Rosa María Sardá
Actriz
La casa de Bernarda Alba

No se prodiga mucho Rosa María Sardá (Barcelona, 1941) por los escenarios, viene a hacer una obra cada tres años, y casi siempre dirigida por su amigo Lluís Pasqual. “Él ha sido un hombre providencial en mi vida, lo mejor que he hecho ha sido con él (Rosa y María, El balcón, Madre Coraje...), siempre me trae flores maravillosas...”. Así que Pasqual pisaba sobre seguro cuando le propuso hacer Poncia en La casa de Bernarda Alba: “Jamás había pensado en ella porque yo apenas he hecho clásicos, no me gusta repetirme y huyo de las comparaciones... pero había otra razón por la que no podía negarme: trabajar con Nuria Espert. Eso, a mi edad, era algo que no podía dejar de hacer”. La actriz compone una Poncia soberbia, capaz de convencer al público de su bondad y comprensión, cuando en realidad, explica la actriz, “actúa como la cancerbera de Bernarda, pues no se pone del lado de las hijas, sino que trata en todo momento de conservar su estatus. Ese odio enconado la convierte en la peor de todas, en la más maquiavélica”. Claro que, con frencuencia, las dosis de simpatía que imprime el poeta a su personaje suelen llevar al error. “Y es que”, dice la actriz, “las peores personas son las más carismáticas”.

Sonia Sebastián
Directora Entremeses Cervantes

Sonia Sebastián (París, 1974) dirige desde hace dos años el Teatro de Cámaro Cervantes, ligado a la Sociedad Cervantina, y con esta compañía ha estrenado los entremeses del manco de Lepanto El viejo celoso y La cueva de Salamanca. “Se desarrollan a ritmo flamenco, ya que junto a los actores hay un trío que, además de cantar y tocar, interviene y anima las obras. Bulerías cuyas letras proceden de poemas del autor que aparecen con los textos”. Sebastián seleccionó estas dos piezas porque, según dice, “me gustan especialmente, tienen una temática parecida, pues presentan a la mujer más lista que al hombre, la mujer como artífice de engaños y picardías”. La compañía que dirige la forman nueve actores, procedentes de la Resad, la escuela de Corazza y la Universidad de Santander; con ella se ha propuesto revisitar la obra de Cervantes bien con adaptaciones modernas o clásicas. Sus únicos apoyos son pequeñas subvenciones del Ministerio de Cultura. Sebastián, formada en la Resad, estudió también dirección de cine en la Escuela de San Antonio de Baños, de Cuba. Ha intervenido como actriz en algunas series de televisión y también ha realizado un cortometraje.

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