01 de març 2010

"Aunque a la gente le cueste creerlo, las artes escénicas generan más espectadores que el fútbol"

www.deia.com
10 de febrer de 2010


Alrededor de 600 profesionales de las artes escénicas se reúnen a lo largo de tres días en el Palacio Euskalduna para hacer un análisis de la situación del sector. La cita, organizada por la Red Española de Teatros que preside Gerardo Ayo, recibe el apoyo de las instituciones vascas

MARÍA R. ARANGUREN
BILBAO.

En el encuentro se abordarán los nuevos desafíos a los que debe hacer frente la profesión para consolidar el interés del público y captar nuevos espectadores. Gerardo Ayo destaca la importancia de esta reunión en la que participan, además de programadores, compañías y distribuidores, destacados especialistas internacionales.

¿Por qué celebrar Escenium 2010?

Las artes escénicas y la cultura en general siempre deben y tienen que debatir sus problemas e inquietudes. Cada cierto tiempo reunimos a la gente del sector: creadores, distribuidores, exhibidores, productores y gente con inquietudes que trabaja en las administraciones públicas y en las privadas, y también a gente del mundo de la política. Las artes escénicas se mueven a través de unos presupuestos que en muchos casos están avalados por entidades públicas. Este encuentro de todos es positivo para saber qué estamos haciendo mal, qué estamos haciendo bien y qué debemos hacer según van cambiando las situaciones.

¿Qué pautas se marcaron en las otras tres ediciones de Escenium?

En las otras ediciones se debatió la situación del sector. Nunca antes nos habíamos reunido, es un sector en el que parece que nos hemos estado tirando los trastos a la cabeza, y no debe ser así. A lo largo de este tiempo se han hecho diferentes estudios para analizar la parte económica, y todos hemos llegado a la conclusión de que somos una industria cultural muy potente que, aunque a la gente le cueste creerlo, genera más espectadores que el fútbol. Ahora vamos a analizar a quién va dirigido todo eso, quién es el que recibe eso que hacemos, que es el público. Vamos a hablar de los públicos, de cómo dirigirnos a ellos y qué hacer para atraerles, desde el creador hasta el exhibidor.

En noviembre y diciembre, 50 especialistas celebraron cuatro talleres de trabajo en torno a estas cuestiones, ¿qué conclusiones extrajeron?

En los talleres se generaron una serie de debates y varios participantes han transmitido a los conferenciantes de Escenium las preocupaciones del sector. Queremos que los profesionales hablen de las inquietudes del sector en el Estado. En Euskadi, hay 52 teatros, así que a la comunidad autónoma le afecta de una manera directa.

¿Cuáles son esas inquietudes?

Tienen que ver con cómo llegar al público, cómo están las taquillas el sector, si hay demasiada producción o no, si lo que exhibimos lo hacemos de una manera correcta o de cómo está afectando la crisis, cómo están llegando los recortes. Queremos transmitir que la cultura y las artes escénicas no deben ser siempre el hermano pequeño del pueblo. El urbanismo y la obra pública son importantes pero también lo es la cultura. Nosotros eso lo sabemos pero lo que ponemos encima de la mesa es cómo enfocarlo para llenar las salas antes, mejor y de una manera coherente.

Últimamente se dan dos discursos con respecto a la crisis, el de quienes adolecen la falta de ayudas y el de quienes aseguran que con la llegada de la crisis se han llenado los teatros. ¿Qué opina?

Hay compañeros que dicen que como el teatro siempre ha estado en crisis ahora está mejor posicionado. La crisis económica afecta al bolsillo, pero la gente se da cuenta de que acudir al teatro no es tan caro y de que hay muchísima oferta cultural. No sé si es porque se programa mejor y le echamos más imaginación o porque las compañías, distribuidores y programadores ya no se pelean tanto y se ponen de acuerdo a la hora de difundir un espectáculo, pero la gente acude. La crisis ha hecho que nos unamos a la hora de divulgar un espectáculo.

Las grandes cifras de algunas obras exitosas, ¿ocultan la realidad de la mayoría de compañías y productoras?

Cuando se habla de grandes números siempre se hace referencia a determinadas obras que están ahí y que hay que respetar, pero calidad no es sólo lo caro. Recomendaría a la gente que vaya a los teatros más pequeños donde hay programación fantástica y donde el actor se puede llegar a encontrar con el espectador a pecho descubierto.

Antes hacía alusión a las nuevas tecnologías, ¿a qué otros retos se enfrentan las artes escénicas?

La democracia es muy corta, tiene 30 años. Si uno se acerca a otros países europeos la educación en las artes escénicas está en la escuela. Aquí hay que educar a la gente de otra manera distinta. Si un municipio es muy pequeño la manera de llegar a la gente suele ser la voz, la transmisión de una persona a otra. En los municipios muy grandes las nuevas tecnologías están teniendo un impacto muy grande, desde la venta de entradas a través de internet o por cajero automático, que han superado en muchos casos la venta en la propia taquilla, hasta la utilización de las redes sociales para anunciarse.

¿Sigue preocupando la vinculación entre gestión cultural e influencia política?

No es que sea una preocupación, se trata de una realidad. Con esto no quiero decir que los agentes políticos influyan siempre de una manera negativa. El presupuesto de cultura es público y tiene que haber un control. Pero si uno va a Alemania, Holanda, el Reino Unido o a otros países que invierten mucho en cultura percibe que la injerencia política es nula. Hay un control pero luego hay independencia en el trabajo, y ahí están los números, que señalan entre un 70 y un 95% de taquilla. Aquí hay municipios donde hay libertad pero en otros el político interviene en una manera tan directa que estropea la trayectoria cultural. Nadie debería cuestionar a los profesionales de las artes escénicas.

¿Qué destacaría de la programación de esta edición de Escenium?

Hay que agradecer al Ayuntamiento de Bilbao, a la Diputación Foral de Bizkaia y al Gobierno vasco que hayan apostado por este encuentro. Los políticos que estén presentes deben escuchar atentamente porque una ciudad sin cultura no tiene entidad. Por otro lado, destacaría la gran cantidad de gente que va a reunirse y la unidad que hay antes del encuentro, que es fundamental. No sé qué conclusiones sacaremos pero para mí ya es un éxito que estemos todos ahí debatiendo sobre nuestro día a día.

Algunas compañías y productoras ofertarán propuestas artísticas en más de 45 expositores, ¿qué resultado ha ofrecido este "workshop" en otras ediciones?

Muy bueno. Es una parte importantísima de Escenium. Aunque nosotros no somos un mercado nos ha sorprendido porque preveíamos 30 stands y hay más de 45. Vamos a ver si, además de debatir, la gente se siente atraída por propuestas novedosas.

¿Qué tiene que ocurrir para que califique esta edición de exitosa?

Que todos tengamos un poco más de humildad y que cuando se vaya a poner en marcha un proyecto seamos capaces de llamarnos unos a otros, de acordarnos que hemos celebrado un congreso. Es fundamental que pongamos en práctica lo que aprendamos aunque las artes escénicas no sean matemática pura.

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