28 d’octubre 2006

Un sueño musical de la selva al fondo del mar


28 octubre 2006

Un momento de la representación.
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Cerca de 4.000 niños acuden entre ayer y hoy a la representación de «Soñando el Carnaval de los animales»

Cosme MARINA

Las dos primeras funciones de «Soñando el carnaval de los animales» tuvieron lugar ayer en el teatro Campoamor. Para hoy aún quedan pendientes otras dos. La primera al mediodía y la segunda para las ocho de la tarde. Entre las cuatro serán cerca de cuatro mil los niños que habrán pasado por el Campoamor para asistir a la primera de las propuestas didáctivas que la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera ha preparado dentro de la programación de la 59 temporada de ópera. En la primera sesión del viernes los protagonistas fueron los escolares provenientes de varios colegios de todo el Principado, en una actividad que patrocinó Cajastur. Las siguientes funciones ya estuvieron abiertas a un público familiar. Regresó a la ciudad la compañía de títeres «Etcétera» que el año pasado ya obtuvo un gran éxito con su participación en el teatro Filarmónica en la obra «Pedro y el Lobo». Este peculiar «Carnaval animalesco» está pensado para los más pequeños, para una audiencia de a partir de cuatro años. El espectáculo de títeres, coproducido entre otros por el teatro Liceo de Barcelona, propone un hermoso y onírico viaje que lleva a los niños desde la ferocidad de la selva y la sabana africanas hasta las profundidades del mar. Se trata de un concierto «animado», de un sugerente sueño que parte de un travieso fauno, con la música de Debussy como telón de fondo, para luego derivar hacia la hermosa partitura de «El carnaval de los animales» de Saint-Saëns. A lo largo de cincuenta minutos van desfilando toda una serie de animales -siempre títeres magníficos los que presenta esta compañía- que sirven, con la ayuda de una precisa guía didáctica, para ir introduciendo a los pequeños en el mundo de la música clásica. El león, la tortuga, el elefante, las gallinas y sus polluelos, asnos, canguros, el cuco, un cisne que se convierte en bailarina y un fósil que se inicia como rompecabezas y acaba en dinosaurio, sirven para que los músicos vayan pasando al primer plano, asociando cada instrumento con un animal. El xilófono, los instrumentos de cuerda, dos pianos, flauta, oboe o el clarinete acaban conformando una orquesta que va desgranando el sueño del fauno en un cuento inventado por Enrique Lanz que es el alma de la compañía y que está llevando la obra por los principales teatros españoles. La aparición de cada animal fue saludada con gritos y rotundas expresiones de asombro por los escolares de la primera de las funciones didácticas. Pero, entre todos ellos, hubo dos reyes. El primero, como es natural, el león -rey de la selva- y el segundo un elefante que causó sensación, «vaya grande que ye el elefante» comentaba uno de los niños desde las plateas, «se va a comer a los músicos». La expectación era enorme entre los asistentes. Algunos de ellos asistían por primera vez al teatro y toda la «liturgia» de la escena llamaba la atención. La música con más ritmo fue jaleada a ritmo de palmas incesantes y la vida del fondo marino también levantó aplausos. Al final también fueron rotundas las ovaciones con gritos de «otra, otra».

Encetem temporada, comença l'espectacle!

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