publicat per
Con unos delirantes gabachos que se dicen sacados directitos
del Festival de Avignon poniendo en escena un espectáculo en plan reivincativo,
postmoderno y más que crítico con España (esta España mía esta España nuestra)
empieza Trágala Trágala. Y uno se queda un poco a cuadros, claro. ¿Pero qué
sucede inmediatamente después? Pues que Fernando VII se revuelve en su tumba y
sale de las profundidades del antiguo Teatro del Príncipe (ahora Teatro Español)
para echarles a patadas de este tan egregio escenario. Estaba claro. Porque uno
no se puede puede meter con España así como así. Pues bien. Esto es algo que
seguramente a unos cuantos también les apetecerá si van a ver este Trágala
Trágala repletito de retranca y alguna que otra chirigota.
A partir de ese momento de real resurrección, el espectáculo
se torna en una sesión de psicoanálisis al regente (efectuada por el argentino
correspondiente), ilustrándonos por ejemplo con recuerdos de cómo Godoy se
beneficiaba a su madre mientras Carlos IV miraba, los dimes y diretes con Riego
y los moderados, la Guerra de la Independencia, el absolutismo enfermizo de
Fernando VII ("todo lo absoluto me gusta") o la Inquisición, pasando
por su priapismo, Pablo Iglesias o un espectáculo televisivo en directo
presentado por una locutora con (en un principio) sospechoso parecido a la Leti
(ahora Reina Letizia)... Vamos, un batiburrillo de padre y muy señor mío en el
que el autor Íñigo Ramírez de Haro ha volcado las enfermedades endémicas de
este país, desde la política o la religión llegando a la reflexión de hasta
qué punto nosotros mismos no somos culpables de todo esto y absolutamente
responsables de haber dejado hacer a los poderosos lo que les ha dado la real gana.
Juan Ramos Toro de Yllana dirige este espectáculo con música
de Ron Lalá (y sí, es que también es musical) con un despliegue en el que caben
desde montañas de basura hasta proyecciones en plan Disney. Vamos, que la
sensación de revoltijo sigue siendo lo predominante. Pero, al fin y al cabo, es
que los españoles somos un poco caóticos... Un ritmo algo desigual reafirma
esta sensación y una duración algo excesiva juega a la contra del espectáculo,
que unos amarán y a otros les parecerá un horror total y absoluto. Y es que
además la risa se le puede atragantar a más de uno con esta función, que no
deja títere con cabeza. Con un humor algo facilón, todo sea dicho, aunque con
momentos francamente buenos y que tiene su aquél ya sólo por haberse atrevido a
hacer una función histórico-crítica de estas características y en el Teatro
Español.
Pero eso sí, lo que no es irregular para nada es un reparto
entregado al cien por cien a sus absurdas caracterizaciones. Con mención
especial para un Balbino Lacosta que te puede interpretar desde al Inquisidor
Mier hasta a la reina María Luisa. O una graciosísima Ana Cerdereiña, en el
papel de esa reportera dicharachera (brutal por cierto el momento de la canción
pastelosa). Y, por supuesto, un Fernando Albizu perfecto, que es un cachondo
Fernando VII redivivo. Una presencia tremenda y una vis cómica inmejorable las
de este actor para aportar al nada fácil papel de regente.
Por cierto que, un detalle curioso y de actualidad respecto
al autor Ramírez de Haro que, además de haber escrito esa tan polémica obra que
fue Me cago en Dios (por la que le lloveron palos, literalmente hablando) y ser
a la par cuñado de Esperanza Aguirre. Y es que acaba de ser destituido de su
puesto como número 2 de la Embajada en Serbia. En sus propias palabras:
"Mi destitución es como entrar de lleno en la trama de mi obra TRÁGALA,
TRÁGALA, estrenada en el Teatro Español de Madrid. Dice en ella Fernando VII:
"La Inquisición es el estado permanente de los españoles hasta hoy. Al que
piensa distinto hay que exterminarlo, tal vez ya no a fuego, que
desgraciadamente ya no se lleva, aunque todo se andará, pero sí eliminándolo de
la vida social”. La realidad imita al arte. Emplazo al Ministro Margallo a que
desmienta públicamente que en Nueva York hace un año no me dijo: “No te nombro
Embajador por las cosas que has escrito sobre la Iglesia”. Vamos, que si en
algo tiene razón de la obra (entre otras cuantas) es cuando dice que España no
es una tragedia, es un sainete...
+ info
Nombre del montaje:
Trágala Trágala
Disciplina: Musical
Director: Juan Ramos Toro (Yllana)
Autor: Íñigo Ramírez de Haro
Reparto: Fernando Albizu, Jorge Machín, Ramón Merlo, Luis
Mottola, Balbino Lacosta, Joshean Mauleón, Manuel Maestro, Ana Cerdeiriña,
Paula Iwasak
Colaborador de dirección escénica y movimiento escénico: Rolando
San Martín
Composición, dirección musical y letras:Yayo Cáceres,
Juan Cañas, Miguel Magdalena, Álvaro Tato (RON LALÁ)
Escenografía: Miguel Brayda
Diseño de luces: Toño M. Camacho (AAI)
Diseño de vestuario: Tatiana de Sarabia
Diseño de espacio sonoro: Luis López de Segovia
Diseño de efectos de sonido: Alberto Fernández Roda
Diseño de audiovisuales: Javier de Prado
Ayudante de escenografía: Ascensión López, Carlos Brayda
Ayudante de vestuario y confección: Matias Zanneti
Confección vestuario (traje Fernando VII): Maribel
Rodríguez
Asistente de gestión artística: Ana Fernández de Cosa
Fotografía y diseño de cartel: Javier Naval
Una producción del Teatro Español
Dónde: Teatro Español
Dirección: Príncipe, 25. Madrid
Hasta: 19.04
Horario: De martes a sábados a las 20 h. Domingos a las 19
h.
Precio: Viernes, sábados y domingos: de 7 a 22 € - martes,
miércoles y jueves: 25% descuento
Venta de entradas: www.teatroespanol.es
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada