20 de setembre del 2007
JULIO BRAVO.
JULIO BRAVO.
MADRID.
Hoy levanta el telón en el teatro Lope de Vega (después del estreno «oficial») «Jesucristo Superstar», el popular título de Lloyd Webber y Tim Rice. La semana próxima las canciones del Dúo Dinámico tomarán forma teatral en una obra titulada «Quisiera ser», creada por Jorge Herrera. En el teatro Movistar de la Gran Vía triunfa, desde hace dos temporadas, «Hoy no me puedo levantar», un musical basado en las canciones de Mecano (que tiene incluso su versión infantil, «En tu fiesta me colé»). Al teatro Calderón vuelve «We will rock you», una obra creada por el dramaturgo Ben Elton sobre la música del grupo Queen. «La bella y la bestia», uno de los títulos que ayudó a afianzar la presencia del género en Madrid, también estará dentro de unas semanas en el Coliseum. Y para el mes próximo se anuncia igualmente el montaje de «El rey de bodas», uno de los últimos éxitos de Broadway.
Madrid se ha convertido en los últimos años en una de las principales capitales mundiales del musical, superada únicamente por Londres y Nueva York. Nada extraño para una ciudad donde el teatro musical ha sido uno de sus corazones escénicos. Al fin y al cabo, la comedia musical no es sino la versión anglosajona de la zarzuela: teatro donde se combina la palabra y la canción.
El esfuerzo de personalidades como el fallecido Luis Ramírez (responsable del montaje de «El hombre de La Mancha», que supuso un evidente punto de inflexión en la presencia y el tratamiento del género en España) o el de productoras como Stage han permitido la consolidación del musical en Madrid. La Gran Vía no es —ni lo será— Broadway, pero sí ha sido testigo de una profunda transformación de su cartelera.
En esa Gran Vía se estrena hoy «Jesucristo Superstar», uno de los títulos más emblemáticos del género. Según Julia Gómez Cora, directora general de Stage Entertainment España, asegura que una de las razones que le han llevado a apostar por este título es que es el favorito del público. «Realizamos una encuesta entre los espectadores que venían a nuestros teatros —explica—, en la que les dábamos a elegir entre varios títulos; prácticamente todos señalaban a “Jesucristo Superstar” como la obra que querían ver».
Precisamente esta obra, escrita en 1971 por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice (entonces dos jóvenes creadores que trataban de abrirse paso en la escena británica) ha sido una de las que ha marcado la historia reciente de la escena española. En noviembre de 1975, con una convulsa situación política y social, se estrenaba en Madrid en una producción dirigida por Jaime Azpilicueta y protagonizada por Camilo Sesto. El disco grabado a raíz de estas representaciones ha alimentado la leyenda de ese montaje, que no sólo levantó ronchas (en aquellos años cualquier tratamiento de la figura de Jesucristo resultaba polémico), sino que supuso una revolución por su complicación técnica y su espectacularidad.
Ahora, «Jesucristo Superstar» vuelve con un montaje actualizado, en el que se ha huído de los grandes nombres para otorgar la responsabilidad a cantantes jóvenes pero curtidos en montajes anteriores. Una fórmula que resulta arriesgada en un país que se ha dejado siempre conquistar por las figuras.
Las franquicias (aquellos musicales en los que se exige la copia de los montajes originales, tornillo por tornillo) han primado en la cartelera madrileña, pero también se han podido ver producciones originales. El éxito de algunos títulos ha animado también a los creadores españoles, y fruto de ello es «Quisiera ser», un musical que subirá a escena en los próximos días. Ángel Herrera, un creativo publicitario, es el autor de la idea y del libreto, que no se basa en la historia de Ramón Arcusa y Manolo de la Calva. Los dos se muestran absolutamente eufóricos ante el resultado, y no dudan en asegurar que «las canciones adquieren una dimesnión que ni siquiera imaginábamos; superan ampliamente nuestras versiones».
Los grandes éxitos del Dúo —desde «Quince años tiene mi amor» a «Perdóname»— están presentes en este musical, que comienza mañana sus representaciones en el teatro Nuevo Apolo, y que aspira a ser, como afirma Ramón Arcusa, «el musical del año».
Hoy levanta el telón en el teatro Lope de Vega (después del estreno «oficial») «Jesucristo Superstar», el popular título de Lloyd Webber y Tim Rice. La semana próxima las canciones del Dúo Dinámico tomarán forma teatral en una obra titulada «Quisiera ser», creada por Jorge Herrera. En el teatro Movistar de la Gran Vía triunfa, desde hace dos temporadas, «Hoy no me puedo levantar», un musical basado en las canciones de Mecano (que tiene incluso su versión infantil, «En tu fiesta me colé»). Al teatro Calderón vuelve «We will rock you», una obra creada por el dramaturgo Ben Elton sobre la música del grupo Queen. «La bella y la bestia», uno de los títulos que ayudó a afianzar la presencia del género en Madrid, también estará dentro de unas semanas en el Coliseum. Y para el mes próximo se anuncia igualmente el montaje de «El rey de bodas», uno de los últimos éxitos de Broadway.
Madrid se ha convertido en los últimos años en una de las principales capitales mundiales del musical, superada únicamente por Londres y Nueva York. Nada extraño para una ciudad donde el teatro musical ha sido uno de sus corazones escénicos. Al fin y al cabo, la comedia musical no es sino la versión anglosajona de la zarzuela: teatro donde se combina la palabra y la canción.
El esfuerzo de personalidades como el fallecido Luis Ramírez (responsable del montaje de «El hombre de La Mancha», que supuso un evidente punto de inflexión en la presencia y el tratamiento del género en España) o el de productoras como Stage han permitido la consolidación del musical en Madrid. La Gran Vía no es —ni lo será— Broadway, pero sí ha sido testigo de una profunda transformación de su cartelera.
En esa Gran Vía se estrena hoy «Jesucristo Superstar», uno de los títulos más emblemáticos del género. Según Julia Gómez Cora, directora general de Stage Entertainment España, asegura que una de las razones que le han llevado a apostar por este título es que es el favorito del público. «Realizamos una encuesta entre los espectadores que venían a nuestros teatros —explica—, en la que les dábamos a elegir entre varios títulos; prácticamente todos señalaban a “Jesucristo Superstar” como la obra que querían ver».
Precisamente esta obra, escrita en 1971 por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice (entonces dos jóvenes creadores que trataban de abrirse paso en la escena británica) ha sido una de las que ha marcado la historia reciente de la escena española. En noviembre de 1975, con una convulsa situación política y social, se estrenaba en Madrid en una producción dirigida por Jaime Azpilicueta y protagonizada por Camilo Sesto. El disco grabado a raíz de estas representaciones ha alimentado la leyenda de ese montaje, que no sólo levantó ronchas (en aquellos años cualquier tratamiento de la figura de Jesucristo resultaba polémico), sino que supuso una revolución por su complicación técnica y su espectacularidad.
Ahora, «Jesucristo Superstar» vuelve con un montaje actualizado, en el que se ha huído de los grandes nombres para otorgar la responsabilidad a cantantes jóvenes pero curtidos en montajes anteriores. Una fórmula que resulta arriesgada en un país que se ha dejado siempre conquistar por las figuras.
Las franquicias (aquellos musicales en los que se exige la copia de los montajes originales, tornillo por tornillo) han primado en la cartelera madrileña, pero también se han podido ver producciones originales. El éxito de algunos títulos ha animado también a los creadores españoles, y fruto de ello es «Quisiera ser», un musical que subirá a escena en los próximos días. Ángel Herrera, un creativo publicitario, es el autor de la idea y del libreto, que no se basa en la historia de Ramón Arcusa y Manolo de la Calva. Los dos se muestran absolutamente eufóricos ante el resultado, y no dudan en asegurar que «las canciones adquieren una dimesnión que ni siquiera imaginábamos; superan ampliamente nuestras versiones».
Los grandes éxitos del Dúo —desde «Quince años tiene mi amor» a «Perdóname»— están presentes en este musical, que comienza mañana sus representaciones en el teatro Nuevo Apolo, y que aspira a ser, como afirma Ramón Arcusa, «el musical del año».
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