Una vez más el integrismo religioso pone en peligro la libertad de expresión y creación. La organización catalana E-Cristians habría amenazado con emprender acciones penales contra la obra teatral Gang Bang (Abierto hasta la hora del Ángelus). El motivo: la historia transcurre en un local de sexo extremo gay durante la visita de Joseph Ratzinger a Barcelona, lo que ha sido calificado por este grupo ultracatólico como“ofensa grave y oportunista”. También el Partido Popular (PP) se ha sumado a las críticas.
La obra se estrena este jueves en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC), dependiente de la Generalitat de Catalunya, y estará en escena hasta el 17 de abril. Su autor y director, Josep Maria Miró, afirma que “quien venga a ver sexo saldrá decepcionado” y explica que la obra busca una reflexión en torno a una sociedad individualista a través de unos personajes que, paradójicamente, se sienten solos en una orgía. Para Josep Maria Miró, un local de sexo homosexual es un elemento que “permite pensar sobre las relaciones actuales que sólo buscan satisfacción inmediata“. “Que alguien pretenda pasar la tijera a una obra me recuerda a una época que afortunadamente no conocí, puesto que nací en 1977“, concluye.
Gang Bang. Abierto hasta la hora del Ángelus transcurre en “La Llum”, un oscuro local de sexo gay, en el que confluyen clientes habituales y otros llegados a Barcelona con motivo de la visita papal. También hay una catequista drogada, una señora de la limpieza absorbida por la familia, y un padre (Jordi Figueras) en busca de su hijo, al que no ve desde hace dos años. El concepto “gang bang”, propio del lenguaje pornográfico, se refiere define una violación colectiva con el consentimiento de la víctima. Josep Maria Miró, incluyó este término en el nombre de la obra porque “se trata de una contradicción. No puede existir una violación consentida, puesto que si se consiente ya no es violación“.
Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians, dice haber recibido quejas “ante el texto promocional en el que se mezcla, de forma oportunista, una visita papal con el sexo ultraduro” aunque admite que no decidirán si iniciar acciones penales hasta ver la obra. E-Cristians, de todas formas, ya ha enviado una carta de queja al conseller de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Ferran Mascarell. Por su parte, la portavoz del PP en la Comisión de Cultura del Parlament de Catalunya, Alicia Alegret, ha acusado a Mascarell de mirar hacia otro lado ante una obra “que ofende de manera expresa y gratuita a muchos catalanes con creencias católicas”.
Mascarell llegó a telefonear a Sergi Belbel, director artístico del TNC. “Una llamada cordial, muy amable y sin ningún tipo de consecuencia“, según Belbel. “El consejero sabe que no tengo intención de hacer provocaciones gratuitas“, ha dicho, insistiendo en que si en algún momento viera peligrar su libertad de criterio dimitiría inmediatamente.
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23 de març de 2011
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