30 de gener 2006

Thatcher, reina del musical


la vanguardia
29 gener 2006

La ex primera ministra, ´protagonista´ de un estreno en Coventry
La obra es un ataque devastador a una líder tan idolatrada como detestada por millones de británicos

RAFAEL RAMOS
29/01/2006Londres. Corresponsal

Alos ochenta años, aquejada de alzheimer y retirada de la política, Margaret Thatcher puede añadir un nuevo elemento a su amplio currículum: compartir con Elvis Presley o Freddie Mercury el honor de un musical dedicado a su vida y obra. Pero una cosa es segura: la Dama de Hierro no abandonará el confort de su fabulosa mansión de Belgravia para acudir al estreno de la obra en Coventry. Thatcher. The musical,creado por la troupe teatral exclusivamente femenina Foursight Theatre, no es precisamente un homenaje a la ex primera ministra del Reino Unido, sino más bien todo lo contrario: una denuncia satírica con toques de pantomima estridente de los excesos de la mujer que dominó la escena política británica de los ochenta, y cuya alianza con Ronald Reagan (y también con Gorbachov) impulsó la agenda neoconservadora y contribuyó a la caída del muro de Berlín. "La obra no pretende ni denigrar ni glorificar a Margaret Thatcher", dice la codirectora del Foursight Theatre, Naomi Cooke. "Es evidente que hay muchas personas que la odian, pero no se la puede despachar simplemente como un monstruo, porque todos la hemos visto llorar y también tiene una cara vulnerable". Pero detrás de esta pretensión de neutralidad se dibuja un ataque devastador a una líder idolatrada por millones de británicos y detestada por otros tantos. La producción no pretende en ningún momento ser un análisis objetivo de la década que Maggie residió en el número 10 de Downing Street, pero sí un repaso a los momentos supuestamente estelares de su mandato: la guerra de las Malvinas, la represión de los mineros y huelguistas, la poll tax,la ola de privatizaciones, el atentado contra su vida en Brighton por parte del IRA y su virtual asesinato político (aparece acuchillada por la espalda, al estilo de Julio César a manos de Bruto), todo ello a ritmo de números musicales notablemente irreverentes como La hija del tendero,La Dama de Hierro,Remodelación ministerial o El blues de los ´tories´.Quienes asistan a partir del 7 de febrero a Thatcher. The musical en el Warwick Arts Center de la ciudad de Coventry verán a la ex primera ministra conservadora - representada por varias actrices distintas- con el biberón en un cochecito de bebé y el número 666 grabado en la frente, cantando canciones de amor a Ronald Reagan, agitando al aire su famoso bolso, persiguiendo niños, empujando al comentarista político de la BBC o siendo expulsada de Downing Street por los rebeldes de su propio partido (con Michael Heseltine, alias Tarzán,a la cabeza). Maggie es caracterizada como la tendera, la militar, la patriótica o la diva en las sucesivas escenas del divertido esperpento, y en cada una de ellas aparece con una peluca cada vez más voluminosa. Una de las más polémicas muestra los cadáveres de jóvenes soldados argentinos flotando boca abajo en el Atlántico Sur, mientras pensionistas británicos la vitorean ondeando banderitas de la Union Jack y una marioneta que representa a la Dama de Hierro entona el Don´t cry for me, Argentina.La obra se sitúa en el contexto del drama y la comedia de denuncia política que se ha extendido desde el festival Fringe de Edimburgo hasta el West End de Londres, pasando por los pequeños escenarios teatrales de pub, con críticas a Blair y Bush, a la guerra de Iraq y los excesos de Guantánamo, e incluso a Jose María Aznar y la derecha española en la obra de Mike Leigh A thousand years, sobre cómo una familia de judíos británicos intelectuales y progresistas ve el conflicto de Oriente Medio (uno de los grandes éxitos de la pasada temporada). El legado de Margaret Thatcher sigue siendo objeto de controversia y múltiples interpretaciones una década y media después de su caída. Sus admiradores, que los hay, le atribuyen logros como crear una nueva clase media con la venta de las viviendas populares de protección oficial a sus inquilinos, modernizar desde la teoría liberal la economía y plantar cara lo mismo a los sindicatos que al comunismo, y puede afirmarse con escaso margen de error que el mismo Tony Blair es un continuador de sus políticas. Sus detractores, en cambio, la acusan de haber destruido la fibra social de Gran Bretaña y haber contribuido a crear una sociedad desalmada con diferencias cada vez más abismales entre ricos y pobres, dominada por la avaricia y donde el dinero es lo único que importa. Los creadores deThatcher.The musical no pretenden ocultar de qué lado del debate se han situado.

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