30 de maig de 2007
Moira Chapman es la directora residente de 'Cabaret', que llegará en julio al Campoamor con siete representaciones
M. FRECHILLA/OVIEDO
PRESENTACIÓN.
M. FRECHILLA/OVIEDO
PRESENTACIÓN.
Moira Chapman, directora residente, durante la presentación de 'Cabaret'. / M. ROJAS
LA OBRA
Representaciones: jueves 5 de julio, a las 21.00; viernes 6 y sábado 7, 18.30 y 22.30; y domingo 8, 17.30 y 21.30.
Precios: butaca y entresuelo, 45 euros; principal, 35; anfiteatro, 25; y general, 20. Ya están a la venta en la taquilla del Campoamor, cajeros de Cajastur y por teléfono en el 902 106 601.
Moira Chapman comenzó bailando con sólo siete años, y tras pasar por escenarios de Europa, Asia y Estados Unidos, esta sudafricana fue asistente de coreografía y directora de musicales en Buenos Aires, Brasil o en España. Ahora es directora residente de 'Mamma mía' y 'Cabaret', que en poco más de un mes llegará a las tablas del Campoamor. Su trabajo consiste en mantener fiel el espectáculo a la producción original, en este caso, la concebida por Sam Mendes ('American Beauty').
-Ya sólo queda un mes para que llegue Cabaret a Oviedo: ¿una razón para no perderse este musical?
-Es una experiencia inolvidable, increíble. Esto es una experiencia inolvidable por lo que ves, por lo que escuchas, por el texto, el libro, la historia. Tiene de todo: humor, tristeza, verdades. Es una obra muy fuerte.
-Vamos, que otros musicales son mas frívolos, pero este tiene un trasfondo.
-Puede ser No que los demás musicales sean más frívolos, sino que en ellos está separado el público de lo que sucede en el escenario. En 'Cabaret' el espectador tiene la sensación de estar en el club. Los artistas están con el público, y el público no puede separarse de lo que está sucediendo.
-¿No restará interés el hecho de que el espectáculo ya haya estado en Gijón hace medio año?
-Ya, pero habrá quedado mucha gente sin verlo. En todos los lugares donde hemos estado, sin excepción, ha quedado gente fuera que no ha podido verlo. Cuando estuvimos en Salamanca hubo un grupo enorme que vino desde Zaragoza, porque allí se quedaron sin entradas. En Sevilla ha ocurrido lo mismo y nos dijeron «ustedes van a tener que volver».
-¿Qué tiene el musical para que arrastre a tanta gente?
-'Cabaret' es un clásico, todo el mundo conoce la música, la famosa película con Liza Minnelli. No es una comedia musical, es más bien teatro, un texto con música. Estuvo tres años en Madrid y la reputación es excelente.
-Ustedes se basan en la versión de Sam Mendes. ¿Le gusta la interpretación que él hizo del musical?
-A mí de todas las versiones que he visto, de las tres (Harold Prince, Bob Fosse y Sam Mendes), la de Sam Mendes me parece la más profunda, la más honesta, llevándonos a la raíz de la situación, a los momentos históricos en que sucedió, el nazismo, las dificultades, la promiscuidad y los conflictos que tenemos los seres humanos. Habla de nuestras relaciones personales, de pareja, nuestra sensualidad, sexualidad... No sólo muestra una historia de amor de unos jóvenes, sino, por ejemplo, la de una pareja mayor. También, de los sacrificios y lo que uno tiene que hacer para sobrevivir.
-¿Fue muy complicado el montaje? Usted hablaba de que había sido difícil porque, por ejemplo, los músicos también tiene que cantar y bailar?
-Normalmente en un teatro los músicos están en un foso, no participan. Pero aquí están a la vista, encima de un puente, arriba, y participan en las escenas, algunos cantan y actúan, son personajes. Fue difícil porque no hay muchos bailarines que toquen instrumentos y canten.
-¿Le gusta o piensa que pierden los musicales con las traducciones de las canciones del inglés al español?
-No. Algunas canciones, bellísimas en inglés, es hermoso escucharlas en español. El español tiene un lenguaje muy rico, es difícil a veces musicalmente porque tiene muchas sílabas. Pero nuestra experiencia es que siempre las traducciones han sido muy fieles al texto y no creo que hayamos perdido nada. Abba, cuya música se utiliza en 'Mamma mía', cantó todas sus canciones en español. No creo que se pierda nada con las traducciones. En la comedia, como en 'Los productores', resulta más complicado porque en inglés no es igual que en español. Pero en general no creo que los musicales pierdan con la traducción, en algunos casos se enriquecen.
-Hay muchos musicales basados en canciones de grupos que luego se enlazan y se convierten en una historia, como 'Mamma Mía' o 'We will rock you'. ¿No se está abusando mucho de esta fórmula?
-No, es el precio del progreso, la creatividad no la podemos parar. Hablo del caso de 'Mamma mía', el libro está muy, muy bien escrito. No se trata solamente de canciones de Abba, hay un libreto también, una historia. Tengo que confesar que 'We will rock you' no la he visto. Y los clásicos siempre van a ser clásicos maravillosos, pero también tenemos que permitir creaciones nuevas. Los tiempos cambian.
-En los últimos años el musical es un género con un auge tremendo. ¿Va acompañado de calidad?
-Aquí en España, cada vez que hacemos un musical, al año vuelve el equipo creativo y siempre, siempre sale maravillado por el mantenimiento fiel, la limpieza, la energía, la pasión Hay gente que ha ido a ver el mismo musical en Londres y ha vuelto a decirnos que los nuestros son mejores.
Calidad
-¿Se puede comparar entonces con el musical que se hace en Londres o Broadway?
-Realmente, sí.
-¿En qué proyecto va a trabajar después?
-Voy a seguir con Cabaret, que es el amor de mi vida, y después la productora (Stage Entertainment) tiene en proyecto reponer 'La bella y la bestia', en la que trabajaré, y 'Jesucristo Superstar'.
-¿Cuál le gustaría dirigir?
-Hay tantos, quizá 'Porgy and Bess'. También me encantaría asistir a un director español. Yo amo el trabajo y estoy dispuesta a todo.
-El concejal de Cultura expresó en la presentación su interés en que 'Mamma Mía' venga a Oviedo.
-'Cabaret' está abriendo las puertas a muchas obras para hacer gira. Lo que ocurre es que, técnicamente es tan, tan complicado, que hay ciertas obras que no se pueden llevar. En otros países, 'Mamma Mía' la han tenido que cambiar, está simplificada. De momento va a ir a Barcelona y después ya veremos.
LA OBRA
Representaciones: jueves 5 de julio, a las 21.00; viernes 6 y sábado 7, 18.30 y 22.30; y domingo 8, 17.30 y 21.30.
Precios: butaca y entresuelo, 45 euros; principal, 35; anfiteatro, 25; y general, 20. Ya están a la venta en la taquilla del Campoamor, cajeros de Cajastur y por teléfono en el 902 106 601.
Moira Chapman comenzó bailando con sólo siete años, y tras pasar por escenarios de Europa, Asia y Estados Unidos, esta sudafricana fue asistente de coreografía y directora de musicales en Buenos Aires, Brasil o en España. Ahora es directora residente de 'Mamma mía' y 'Cabaret', que en poco más de un mes llegará a las tablas del Campoamor. Su trabajo consiste en mantener fiel el espectáculo a la producción original, en este caso, la concebida por Sam Mendes ('American Beauty').
-Ya sólo queda un mes para que llegue Cabaret a Oviedo: ¿una razón para no perderse este musical?
-Es una experiencia inolvidable, increíble. Esto es una experiencia inolvidable por lo que ves, por lo que escuchas, por el texto, el libro, la historia. Tiene de todo: humor, tristeza, verdades. Es una obra muy fuerte.
-Vamos, que otros musicales son mas frívolos, pero este tiene un trasfondo.
-Puede ser No que los demás musicales sean más frívolos, sino que en ellos está separado el público de lo que sucede en el escenario. En 'Cabaret' el espectador tiene la sensación de estar en el club. Los artistas están con el público, y el público no puede separarse de lo que está sucediendo.
-¿No restará interés el hecho de que el espectáculo ya haya estado en Gijón hace medio año?
-Ya, pero habrá quedado mucha gente sin verlo. En todos los lugares donde hemos estado, sin excepción, ha quedado gente fuera que no ha podido verlo. Cuando estuvimos en Salamanca hubo un grupo enorme que vino desde Zaragoza, porque allí se quedaron sin entradas. En Sevilla ha ocurrido lo mismo y nos dijeron «ustedes van a tener que volver».
-¿Qué tiene el musical para que arrastre a tanta gente?
-'Cabaret' es un clásico, todo el mundo conoce la música, la famosa película con Liza Minnelli. No es una comedia musical, es más bien teatro, un texto con música. Estuvo tres años en Madrid y la reputación es excelente.
-Ustedes se basan en la versión de Sam Mendes. ¿Le gusta la interpretación que él hizo del musical?
-A mí de todas las versiones que he visto, de las tres (Harold Prince, Bob Fosse y Sam Mendes), la de Sam Mendes me parece la más profunda, la más honesta, llevándonos a la raíz de la situación, a los momentos históricos en que sucedió, el nazismo, las dificultades, la promiscuidad y los conflictos que tenemos los seres humanos. Habla de nuestras relaciones personales, de pareja, nuestra sensualidad, sexualidad... No sólo muestra una historia de amor de unos jóvenes, sino, por ejemplo, la de una pareja mayor. También, de los sacrificios y lo que uno tiene que hacer para sobrevivir.
-¿Fue muy complicado el montaje? Usted hablaba de que había sido difícil porque, por ejemplo, los músicos también tiene que cantar y bailar?
-Normalmente en un teatro los músicos están en un foso, no participan. Pero aquí están a la vista, encima de un puente, arriba, y participan en las escenas, algunos cantan y actúan, son personajes. Fue difícil porque no hay muchos bailarines que toquen instrumentos y canten.
-¿Le gusta o piensa que pierden los musicales con las traducciones de las canciones del inglés al español?
-No. Algunas canciones, bellísimas en inglés, es hermoso escucharlas en español. El español tiene un lenguaje muy rico, es difícil a veces musicalmente porque tiene muchas sílabas. Pero nuestra experiencia es que siempre las traducciones han sido muy fieles al texto y no creo que hayamos perdido nada. Abba, cuya música se utiliza en 'Mamma mía', cantó todas sus canciones en español. No creo que se pierda nada con las traducciones. En la comedia, como en 'Los productores', resulta más complicado porque en inglés no es igual que en español. Pero en general no creo que los musicales pierdan con la traducción, en algunos casos se enriquecen.
-Hay muchos musicales basados en canciones de grupos que luego se enlazan y se convierten en una historia, como 'Mamma Mía' o 'We will rock you'. ¿No se está abusando mucho de esta fórmula?
-No, es el precio del progreso, la creatividad no la podemos parar. Hablo del caso de 'Mamma mía', el libro está muy, muy bien escrito. No se trata solamente de canciones de Abba, hay un libreto también, una historia. Tengo que confesar que 'We will rock you' no la he visto. Y los clásicos siempre van a ser clásicos maravillosos, pero también tenemos que permitir creaciones nuevas. Los tiempos cambian.
-En los últimos años el musical es un género con un auge tremendo. ¿Va acompañado de calidad?
-Aquí en España, cada vez que hacemos un musical, al año vuelve el equipo creativo y siempre, siempre sale maravillado por el mantenimiento fiel, la limpieza, la energía, la pasión Hay gente que ha ido a ver el mismo musical en Londres y ha vuelto a decirnos que los nuestros son mejores.
Calidad
-¿Se puede comparar entonces con el musical que se hace en Londres o Broadway?
-Realmente, sí.
-¿En qué proyecto va a trabajar después?
-Voy a seguir con Cabaret, que es el amor de mi vida, y después la productora (Stage Entertainment) tiene en proyecto reponer 'La bella y la bestia', en la que trabajaré, y 'Jesucristo Superstar'.
-¿Cuál le gustaría dirigir?
-Hay tantos, quizá 'Porgy and Bess'. También me encantaría asistir a un director español. Yo amo el trabajo y estoy dispuesta a todo.
-El concejal de Cultura expresó en la presentación su interés en que 'Mamma Mía' venga a Oviedo.
-'Cabaret' está abriendo las puertas a muchas obras para hacer gira. Lo que ocurre es que, técnicamente es tan, tan complicado, que hay ciertas obras que no se pueden llevar. En otros países, 'Mamma Mía' la han tenido que cambiar, está simplificada. De momento va a ir a Barcelona y después ya veremos.
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