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18 desembre 2007
La compañía Vagalume transformó las calles de Granada en los Mares del Sur para celebrar la próxima apertura del Teatro Alhambra
JUAN LUIS TAPIA
El Capitán Fleeck guía por las calles de Granada a sus piratas en busca del tesoro que se encuentra en el teatro Alhambra. JUAN ORTIZ
LA Fuente de las Batallas se puede transformar en una isla de los mares del Sur, aquellos que sirven de escenario a las aventuras piratas, y las calles del centro de Granada son océanos de aguas peligrosas, donde se pueden encontrar piratas negros, brujas y dragones. Un mar de fantasía en un barco teatral movido al viento del público, que es improvisado corsario.
Vagalume convocó a más de tres mil personas, a las que 'reclutó' como marineros en busca del gran tesoro, el del Teatro Alhambra. La compañía granadina celebró su vigésimo aniversario como una especie de antesala a la ceremonia de reinauguración de la sala teatral con su particular aventura pirata, donde las aceras se transforman en olas y las plazas en islas caribeñas con olor a ron e ilusión.
'En busca del gran teatro' es el título del pasacalles culpable de la transformación del centro de Granada en un mapa del tesoro sobre el que se dieron cita los personajes más variopintos y malvados.
El inicio de este particular viaje fue en la Fuente de las Batallas, donde el capitán Fleeck invitó al público a la búsqueda de un enigmático tesoro que ha encontrado en un viejo mapa, pero se le rebela el Capitán Chorizo, un malvado que quiere hacerse con el preciado botín. Fleeck necesita marineros para llevar a buen término su empresa pirata y enfrentarse a los muchos peligros que les esperan. El mapa sitúa el tesoro en la calle Molinos, pero deben atravesar los mares de la Plaza del Campillo, de Mariana Pineda, Calle Varela, Plaza de Santo Domingo, Plaza del Realejo y calle Molinos, donde dicen que se encuentra el tesoro buscado. Antes de todo hay que entonar la canción pirata, aquella que dice cosas como «sin trabajar», «sin estudiar», «la botella de ron» y seguir a los barcos por las calles al ritmo que marca la música celta de las gaitas más peligrosas de los siete mares. Todos los piratas, grandes y pequeños, con sus pañuelos a la cabeza ponen rumbo en busca del tesoro, pero de repente, un pirata negro salta desde uno de los balcones y Fleeck tiene que combatir a espada con el malvado colgado de las paredes del edificio. Una auténtica acrobacia, mientras la marinería observa con atención este duelo. El Capitán Chorizo es derrotado. Una vez salvada la situación, actores y público se dirigen con sus naves hacia la Plaza de Santo Domingo, donde aparece aquel personaje ermitaño, el de la misteriosa 'Isla del Tesoro' de Stevenson, pero que se arranca al ritmo de samba. Él sabe donde se encuentra. Todo el público se contagia del ritmo brasileiro, pero en la Plaza del Realejo sorprende una tempestad, un fuerte oleaje y viento que levanta miles de círculos de papel blanco.
Tesoro
Fleeck vence a los elementos y continúa su periplo. El Capitán Chorizo, al que todos creíamos derrotado, reaparece en uno de los balcones de la calle Molinos, ya próximos al encuentro del tesoro, y lanza globos de agua sobre los piratas. Una vez se le vence por la fuerza de las canciones y del baile. ¿Cuidado! Queda un último peligro por sortear, la bruja alerta sobre el dragón que guarda el tesoro. Para vencerlo sólo vale el hechizo y bailar, bailar mucho con los brazos hacia arriba. También cae el dragón en una inmensa nube roja. Frente al Teatro Alhambra se encuentra el tesoro, cuyo botín de caramelos y regalos es repartido entre todos los piratas. Vagalume hace realidad la ilusión y el deseo, de que un día, aunque sea al abordaje, abra nuevamente sus puertas la sala Alhambra. Un nutrido grupo de piratas lo encontraron ayer, pero sigue cerrado. No por mucho tiempo.
jltapia@ideal.es
18 desembre 2007
La compañía Vagalume transformó las calles de Granada en los Mares del Sur para celebrar la próxima apertura del Teatro Alhambra
JUAN LUIS TAPIA
El Capitán Fleeck guía por las calles de Granada a sus piratas en busca del tesoro que se encuentra en el teatro Alhambra. JUAN ORTIZ
LA Fuente de las Batallas se puede transformar en una isla de los mares del Sur, aquellos que sirven de escenario a las aventuras piratas, y las calles del centro de Granada son océanos de aguas peligrosas, donde se pueden encontrar piratas negros, brujas y dragones. Un mar de fantasía en un barco teatral movido al viento del público, que es improvisado corsario.
Vagalume convocó a más de tres mil personas, a las que 'reclutó' como marineros en busca del gran tesoro, el del Teatro Alhambra. La compañía granadina celebró su vigésimo aniversario como una especie de antesala a la ceremonia de reinauguración de la sala teatral con su particular aventura pirata, donde las aceras se transforman en olas y las plazas en islas caribeñas con olor a ron e ilusión.
'En busca del gran teatro' es el título del pasacalles culpable de la transformación del centro de Granada en un mapa del tesoro sobre el que se dieron cita los personajes más variopintos y malvados.
El inicio de este particular viaje fue en la Fuente de las Batallas, donde el capitán Fleeck invitó al público a la búsqueda de un enigmático tesoro que ha encontrado en un viejo mapa, pero se le rebela el Capitán Chorizo, un malvado que quiere hacerse con el preciado botín. Fleeck necesita marineros para llevar a buen término su empresa pirata y enfrentarse a los muchos peligros que les esperan. El mapa sitúa el tesoro en la calle Molinos, pero deben atravesar los mares de la Plaza del Campillo, de Mariana Pineda, Calle Varela, Plaza de Santo Domingo, Plaza del Realejo y calle Molinos, donde dicen que se encuentra el tesoro buscado. Antes de todo hay que entonar la canción pirata, aquella que dice cosas como «sin trabajar», «sin estudiar», «la botella de ron» y seguir a los barcos por las calles al ritmo que marca la música celta de las gaitas más peligrosas de los siete mares. Todos los piratas, grandes y pequeños, con sus pañuelos a la cabeza ponen rumbo en busca del tesoro, pero de repente, un pirata negro salta desde uno de los balcones y Fleeck tiene que combatir a espada con el malvado colgado de las paredes del edificio. Una auténtica acrobacia, mientras la marinería observa con atención este duelo. El Capitán Chorizo es derrotado. Una vez salvada la situación, actores y público se dirigen con sus naves hacia la Plaza de Santo Domingo, donde aparece aquel personaje ermitaño, el de la misteriosa 'Isla del Tesoro' de Stevenson, pero que se arranca al ritmo de samba. Él sabe donde se encuentra. Todo el público se contagia del ritmo brasileiro, pero en la Plaza del Realejo sorprende una tempestad, un fuerte oleaje y viento que levanta miles de círculos de papel blanco.
Tesoro
Fleeck vence a los elementos y continúa su periplo. El Capitán Chorizo, al que todos creíamos derrotado, reaparece en uno de los balcones de la calle Molinos, ya próximos al encuentro del tesoro, y lanza globos de agua sobre los piratas. Una vez se le vence por la fuerza de las canciones y del baile. ¿Cuidado! Queda un último peligro por sortear, la bruja alerta sobre el dragón que guarda el tesoro. Para vencerlo sólo vale el hechizo y bailar, bailar mucho con los brazos hacia arriba. También cae el dragón en una inmensa nube roja. Frente al Teatro Alhambra se encuentra el tesoro, cuyo botín de caramelos y regalos es repartido entre todos los piratas. Vagalume hace realidad la ilusión y el deseo, de que un día, aunque sea al abordaje, abra nuevamente sus puertas la sala Alhambra. Un nutrido grupo de piratas lo encontraron ayer, pero sigue cerrado. No por mucho tiempo.
jltapia@ideal.es
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