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14 de maig de 2009
María Luisa Gaspar
EFE
El director de teatro, actor y dramaturgo francés Roger Planchon murió este martes a los 77 años, de un infarto, en plena lectura de una de sus últimas obras, y la noticia de su brusca desaparición no cesa de conmover al planeta cultural y político nacional desde que hoy se hizo pública.
Rotundo defensor del teatro público, el ex director del Teatro Nacional Popular (TNP), que hace solo unas semanas interpretaba sobre la escena del Teatro Silvia-Monfort "Amédée ou Coment s'en débarraser", de Eugène Ionesco, era admirado y amado por su arte, pero también por su agudo sentido político y negociador.
"Brillante", por supuesto, "terriblemente inteligente", interesado por el cine y la filosofía, Planchon era "un hombre honesto, loco de política y teatro", recordaba hoy en "Le Monde" uno de sus principales discípulos, el actor y director Patrice Chereau, a quien "mostró fraternalmente los caminos del teatro".
Un teatro popular pero exigente, de reflexión, lectura y relectura de los textos abordados.
A menudo de denuncia política y social, o simplemente tan revolucionario como lo fue su "Tartufo" de Molière de 1962, en el que exploraba psicoanalíticamente el potencial homosexual de sus dos protagonistas masculinos, Orgon incluido.
Nacido en 1931 en la Francia profunda del departamento de la Ardeche (este), criado en el campo y en la granja familiar, Roger Planchon descubrió el teatro y su pasión gracias a los Jesuitas, quienes habían detectado con precocidad la contundente inteligencia del alumno.
En 1950, con apenas 20 años, creó su primera compañía y desde entonces no cesó en su empeño artístico, hasta ayer, cuando, según informó 'Le Figaro', se sintió fatigado mientras leía una de sus últimas piezas a una amiga, se acostó y murió.
El gran director, que en 1952 fundó el Teatro de la Comedia, en Lyon (este) antes de dirigir desde 1957 el Teatro de la Cité, futuro TNP, se encontraba ya algo cansado desde hace unos días, comentó a la prensa su hijo, Stéphane Planchon.
Las autoridades francesas rinden hoy homenaje a este hombre de cultura que durante décadas fue temible negociador para políticos y ministros, contra quienes defendió "con uñas y dientes el servicio público, del que pronto no quedará nada", resaltó Chéreau.
Así, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, subrayó su capacidad de "hacer del teatro un lugar popular, accesible, actual", un lugar de vida "poética y política", además de saber reunir en sus creaciones "humor y gravedad".
En nombre del Partido Socialista francés, su secretaria general, Martine Aubry, celebró la memoria de este artista "grande entre los grandes del teatro".
Aubry quiso, además, agradecerle su huella, "la herencia de un teatro auténticamente popular, pero que no sacrifica nada a la facilidad o a la moda, un teatro accesible pero exigente".
"Autodidacta apasionado por la historia, que exploró en su trabajo teatral y cinematográfico", Planchon, resaltó Aubry, "se mantuvo fiel a la provincia, como un verdadero militante de la descentralización teatral".
El primer ministro, François Fillon, evocó al "mago del arte dramático procedente de esa gran generación del teatro francés que bajo el impulso de Jean Villar contribuyó a descentralizar la expresión teatral y dio al teatro su dimensión de arte popular".
Para la ministra de Cultura, Christine Albanel, este "pionero de la descentralización teatral" encarna el sueño del "arte para todos" que entre 1958 y 1969 defendió desde esa misma cartera su histórico antecesor André Malraux.
Albanel destacó, además, que Roger Planchon fue igualmente "un transmisor de talento", que guió "los primeros pasos de ayudantes como Patrice Chéreau".
Generosidad que le llevó a proponer que codirigiera su teatro al joven Chéreau -"cuando yo no era nadie", recordaba hoy el interesado-, y a invitar en 1986 a codirigir el TNP a otro delfín de peso, Georges Lavaudant, futuro director del Teatro de Europa del Odeón
14 de maig de 2009
María Luisa Gaspar
EFE
El director de teatro, actor y dramaturgo francés Roger Planchon murió este martes a los 77 años, de un infarto, en plena lectura de una de sus últimas obras, y la noticia de su brusca desaparición no cesa de conmover al planeta cultural y político nacional desde que hoy se hizo pública.
Rotundo defensor del teatro público, el ex director del Teatro Nacional Popular (TNP), que hace solo unas semanas interpretaba sobre la escena del Teatro Silvia-Monfort "Amédée ou Coment s'en débarraser", de Eugène Ionesco, era admirado y amado por su arte, pero también por su agudo sentido político y negociador.
"Brillante", por supuesto, "terriblemente inteligente", interesado por el cine y la filosofía, Planchon era "un hombre honesto, loco de política y teatro", recordaba hoy en "Le Monde" uno de sus principales discípulos, el actor y director Patrice Chereau, a quien "mostró fraternalmente los caminos del teatro".
Un teatro popular pero exigente, de reflexión, lectura y relectura de los textos abordados.
A menudo de denuncia política y social, o simplemente tan revolucionario como lo fue su "Tartufo" de Molière de 1962, en el que exploraba psicoanalíticamente el potencial homosexual de sus dos protagonistas masculinos, Orgon incluido.
Nacido en 1931 en la Francia profunda del departamento de la Ardeche (este), criado en el campo y en la granja familiar, Roger Planchon descubrió el teatro y su pasión gracias a los Jesuitas, quienes habían detectado con precocidad la contundente inteligencia del alumno.
En 1950, con apenas 20 años, creó su primera compañía y desde entonces no cesó en su empeño artístico, hasta ayer, cuando, según informó 'Le Figaro', se sintió fatigado mientras leía una de sus últimas piezas a una amiga, se acostó y murió.
El gran director, que en 1952 fundó el Teatro de la Comedia, en Lyon (este) antes de dirigir desde 1957 el Teatro de la Cité, futuro TNP, se encontraba ya algo cansado desde hace unos días, comentó a la prensa su hijo, Stéphane Planchon.
Las autoridades francesas rinden hoy homenaje a este hombre de cultura que durante décadas fue temible negociador para políticos y ministros, contra quienes defendió "con uñas y dientes el servicio público, del que pronto no quedará nada", resaltó Chéreau.
Así, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, subrayó su capacidad de "hacer del teatro un lugar popular, accesible, actual", un lugar de vida "poética y política", además de saber reunir en sus creaciones "humor y gravedad".
En nombre del Partido Socialista francés, su secretaria general, Martine Aubry, celebró la memoria de este artista "grande entre los grandes del teatro".
Aubry quiso, además, agradecerle su huella, "la herencia de un teatro auténticamente popular, pero que no sacrifica nada a la facilidad o a la moda, un teatro accesible pero exigente".
"Autodidacta apasionado por la historia, que exploró en su trabajo teatral y cinematográfico", Planchon, resaltó Aubry, "se mantuvo fiel a la provincia, como un verdadero militante de la descentralización teatral".
El primer ministro, François Fillon, evocó al "mago del arte dramático procedente de esa gran generación del teatro francés que bajo el impulso de Jean Villar contribuyó a descentralizar la expresión teatral y dio al teatro su dimensión de arte popular".
Para la ministra de Cultura, Christine Albanel, este "pionero de la descentralización teatral" encarna el sueño del "arte para todos" que entre 1958 y 1969 defendió desde esa misma cartera su histórico antecesor André Malraux.
Albanel destacó, además, que Roger Planchon fue igualmente "un transmisor de talento", que guió "los primeros pasos de ayudantes como Patrice Chéreau".
Generosidad que le llevó a proponer que codirigiera su teatro al joven Chéreau -"cuando yo no era nadie", recordaba hoy el interesado-, y a invitar en 1986 a codirigir el TNP a otro delfín de peso, Georges Lavaudant, futuro director del Teatro de Europa del Odeón