27 de maig 2007

Elena Roger hará Boeing Boeing



13 de maig de 2007

La actriz y cantante permanecerá en Londres cuando finalice el musical Evita
LONDRES .-

Los afiches que inundan los pasillos y las escaleras mecánicas del subterráneo londinense anuncian que el musical Evita ofrecerá su última función en el West End el 26 de este mes. El colorido aviso, encabezado por la frase de un crítico local "Elena Roger es sensacional", señala, a la vez, la despedida de una etapa única e indeleble en la vida artística y personal de la artista argentina que deslumbró desde el papel protagónico en esa obra no sólo a Andrew Lloyd-Webber, sino también a figuras de la talla de Rod Stewart, Kim Cattrall y hasta la propia Elaine Page, quien había protagonizado la edición original de ese clásico, en 1978. Pero a pesar de lo trascendente y significativo de esta experiencia, para la actriz y cantante criada en el barrio de Barracas hoy ya no hay tiempo ni para pensar en conmoverse por aquel adiós. "Todavía no sé cómo me las voy a arreglar, pero va a ser, al menos, extraño cerrar mi participación en un drama como Evita y debutar tan sólo 3 días después en una comedia", comenta en su entrevista con LA NACION la actriz acerca de la gran novedad: su próxima presentación en Boeing Boeing , a cuyo elenco se sumará a partir del 29 de mayo. La pieza, escrita por Marc Camoletti y Beverly Cross, posee el récord de ser la comedia que más veces ha sido representada sobre escenarios de primera categoría de la capital británica, donde es conocida desde la década del sesenta. En esta versión de la legendaria obra, dirigida por Matthew Warchus, Roger encarnará a Gabriella, una azafata oriunda de Italia que habla en correcto inglés pero con marcado acento peninsular. "Yo quería seguir en Londres haciendo otras cosas después de que terminara Evita . Esa es la razón por la cual me presenté a la audición para la obra para hacer ese papel, que por suerte me lo terminaron dando. Me había planteado el desafío de continuar un tiempo más en este circuito exigente, y se me dio, por lo que estoy más que feliz", dice la artista, que muestra sin querer las huellas de su profunda adaptación a la vida inglesa al recordar la palabra "desafío" sólo en la lengua de Shakespeare. "A veces me pasa esto, y me parece increíble, ya que cuando llegué aquí en abril del año pasado tenía un nivel apenas básico de inglés", confiesa la artista, mientras juguetea en sus pequeñas manos con el frondoso libreto de Boeing Boeing . Con vistas a su debut, Roger estudia rigurosamente cada una de las líneas que deberá pronunciar en poco más de una quincena sobre las tablas del teatro Comedy, en el que trabajará, en principio, por cuatro meses. "No me queda mucho tiempo de ensayo, y la verdad es que me complicó un poco no saber si iba a poder formar parte del elenco o no, dado que se demoraba la aprobación del permiso laboral para poder seguir trabajando en este país. Pero ya todo está arreglado y ahora sólo espero poder vivir con intensidad esta transición entre una obra y la otra, entre un estilo y el otro", comenta.


Un gran cambio


Como la obra de Camoletti y Cross no es un musical, tras la finalización de Evita , Roger buscará mantener sus condiciones vocales con un profesor de canto local y perfeccionar sus aptitudes para la danza y la actuación con la colaboración de profesionales especializados de primer nivel. De todos modos, la posibilidad de traer a Londres Mina... che cosa sei? , el musical cuya autoría comparte con Valeria Ambrosio (directora del espectáculo), que la lanzó al estrellato en Buenos Aires, más algunos otros proyectos propios y propuestas de terceros podrían, de concretarse, acentuar aún más el vínculo entre su carrera y la metrópolis inglesa. No obstante, Roger prefiere no apresurarse. "Tengo muchas ganas de hacer distintos espectáculos, pero también debo tener en cuenta el poco tiempo disponible que tendré de ahora en más, dado que en Boeing Boeing voy a hacer ocho funciones semanales, contra seis que estoy haciendo actualmente en el musical de Lloyd-Webber y Tim Rice. Por eso, quiero vivir esta nueva etapa día a día, ya que no puedo ni quiero dar nada por descartado. Ni siquiera, si voy a volver a hacer Evita alguna vez más ya sea aquí, en Broadway o en la avenida Corrientes.


Porque ese sueño, como muchos otros que tengo, sigue vivo", concluye.


Por Adrián Sack Para LA NACION

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