“Hacer teatro es desnudar lo más profundo del alma, arriba del escenario”

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4 de setembre de 2010

MERCEDES MOSCA
El Tribuno
PROTAGONISTAS / FEDERICO LUPPI Y ADRIAN NAVARRO, JUNTOS EN UN NUEVO PROYECTO ARTISTICO.

Federico Luppi, el actor que puso su rostro al cine nacional y español durante 40 años, volvió a los escenarios argentinos después de vivir nueve años en Europa, para protagonizar Por tu padre, junto a Adrián Navarro. Bajo la dirección de Miguel Cavia, a quien el mismo había elegido para llevar a escena el texto del dramaturgo brasileño Dib Carneiro Neto, la obra llegará a Salta por primera y única vez en el marco de una gira nacional. La función se realizará hoy, a las 22, en el Teatro del Huerto.
Amable y agradecido por la entrevista, Federico Luppi dialogó telefónicamente con El Tribuno. En una extensa y profunda charla, el actor habló sobre su regreso a Argentina, resumió el contenido de la obra, halagó el crecimiento del cine nacional y destacó que el trabajo del actor se reduce a ser partícipe de un hermoso cuento.

Por tu padre marca su regreso al teatro argentino, después de nueve años de estar radicado en España. ¿Cómo vive esta nueva experiencia y qué nos puede decir de la obra?
Es una experiencia realmente notable porque es la segunda vez que trabajo con Adrián. Por tu padre es una obra interesante y muy atractiva en muchos sentidos, sobre todo porque plantea la eterna relación padre-hijo. En ella se plantea el encuentro de un muchacho, que está atravesando una adultez complicada y con muchos agujeros emocionales, con el socio de su padre y luego con su padre. Ambas situaciones lo ayudan a armar un poco el rompecabezas que es su vida, donde se plantea la sexualidad de los padres, la convivencia, el perdón y el tema de que las parejas pueden funcionar bien si ninguno es dueño del otro. También la capacidad de tolerancia y, sobre todo, el hecho de poder ver la vida frontalmente, sin prejuicios y sin mentiras. La pieza tiene dos o tres pasajes muy intensos y, por suerte, en el sentido de aflojar un poco la tensión, momentos de estupendo humor”.

Según las palabras del actor, Por tu padre le plantea al espectador una visión realista, madura y adulta de la vida.
Se trata de llegar y movilizar al público a través de una pieza teatral intensa y emotiva...
Exactamente. Una de las cosas que más nos gusta y nos hace felices es que Por tu padre le plantea al espectador una visión realista, madura y adulta de la vida. Generalmente en estos casos el público suele expresar una inteligencia mayor de la que nosotros suponemos. No queremos llevar una comedia solamente por el hecho de hacer una gira, al contrario, a esta obra la llevamos con la absoluta convicción de que tenemos un producto bastante interesante para la gente y, sobre todo, que van a pasar un grato momento con el teatro.

Tras nueve años de estar viviendo y trabajando en España, ¿cuándo decidió volver a su país y por qué?
Volví hace un año para participar de la filmación de la película Cuestión de principios, con Rodrigo Grande. La idea era terminar y volver a España, pero comenzaron a llegar otras ofertas. Tenía muchas ganas de volver a Argentina, pero no quería estar desocupado, no es un turismo que me agrade. Además las cosas allá se pusieron duras también y eso hizo que se demorara un poco mi regreso. El actor es como el golondrino de nuestra época, va y viene en función del trabajo.

¿Cómo encontró el país, en materia cultural?
Yo ya tenía un poco de idea cuando estaba allá, pero cuando vine me encontré con muchas sorpresas agradables. La sensación general que tengo es que hay cosas que caminan bastante bien y sería bueno que existiera un contexto más armónico, para desarrollarse completamente. A veces no me gusta nada cómo se plantean las cosas políticamente, pero imagino que en algún momento habrá un signo de madurez que permita que funcionemos de manera más productiva y estable.

En los últimos años, el cine argentino logró ser reconocido en el mundo. Por un lado, El secreto de sus ojos obtuvo el Oscar, pero además existen muchos realizadores que están haciendo cosas realmente buenas, que le dan valor a nuestro séptimo arte. ¿Cuál es su opinión?
En la última década el cine nacional ha conseguido una importante cantidad de premios y reconocimientos en todo el mundo, inclusive con producciones no muy generosas en lo económico, que han sabido contar historias con profundidad y con ese signo inequívoco de lo argentino, que es importante y representa el crecimiento de nuestro cine. Hoy en día hay una mayor adultez en los temas, además el público está mucho más despierto y ávido, es más comprensivo e intelectualmente más abierto.

Tras nueve años viviendo en España, Federico Luppi volvió a los escenarios argentinos con una obra conmovedora.
Incluso para el cine nacional fue (y es) muy difícil ser valorado en su propio país...
Sí, porque nosotros venimos de historias muy turbulentas desde el punto de vista institucional y, en general, cuando hay demasiados conflictos sociales y comunitarios la salida hogareña se resiente mucho, porque el clima no es propicio. De todas maneras, el cine argentino ha sabido estar a la altura de estos momentos y ha creado, aún en la adversidad, productos muy, pero muy, buenos.

Usted le puso su rostro a nuestro cine, se puso en la piel de personajes de la ficción televisiva y supo entregarse para cautivar al público en el teatro. ¿Cuál considera que es el ámbito que más le gusta?
El teatro es muy lindo porque la relación con el público es más cálida y mediata, pero creo que el trabajo del actor se reduce a ser partícipe de un hermoso cuento o de una ficción, y su objetivo final es poder contar muy bien una historia. Cuando la historia está bien dirigida, la televisión, el teatro y el cine son exactamente lo mismo, implican el mismo riesgo, la misma calidad de compromiso, la misma necesidad de entrega y, sobre todo, respeto.

¿Cuál es la satisfacción más grande que le dio y le da esta profesión?
Con altos y bajos me ha permitido una vida entretenida. Como dice el tango: “A veces bien, a veces mal”, pero con mucha intensidad y, sobre todo, me permitió un contacto constante con las cosas más lindas de la vida, como, por ejemplo, el poder comunicarme con el público a través de distintos personajes e historias. Eso hace que uno pueda estar en contacto con este eterno drama de la pasión humana.