Tàrrega cumple 30 años con un gran espectáculo de danza aérea

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2 de setembre de 2010

La feria arranca el día 9 y es la última de Jordi Colominas como director

JUSTO BARRANCO
Barcelona

La Fira de Teatre al Carrer de Tàrrega cumple 30 ediciones. Y, desafiando a la crisis, el 9 de septiembre abrirá sus puertas con un espectáculo de gran formato, Muaré, que combina danza aérea y efectos ópticos y que cuenta nada menos que con doce acróbatas y cuatro músicos. Casi un milagro para los apretados tiempos que corren en los que ver a más de cuatro personas en escena ya resulta una sorpresa. Será la señal de salida para las 80 compañías que llenarán Tàrrega durante cuatro días, un pistoletazo que pretende ser sonado y que además supondrá la despedida de Jordi Colominas, el director artístico de la Fira, tras cuatro años al frente del evento. "Se cierra un ciclo en el que he intentado ser coherente y apostar de modo claro por reivindicar la calidad, ir más allá de la imagen tópica de la fiesta y la animación en la calle y mostrar todo tipo de espectáculos, haciendo además un relevo generacional y dejando de mirar a viejas glorias del pasado", apuntó Colominas como balance.

Así que, siguiendo la misma línea, este año tomarán las calles desde una pandilla de curiosos exhibicionistas hasta ruedas de fuego, máquinas en las que viajan músicos que giran mientras tocan, clowns góticos, fanfarrias, circo, marionetas, monjas y monjes que acaban hechas gogós y muchísima danza aérea. A lo que hay que sumar los espectáculos de sala. Decenas de representaciones para que disfruten los targarinos y para que programadores de medio mundo elijan los que más les interesan para sus festivales y ciudades.

Jordi Colominas explica que el año pasado temieron que la crisis alejara a los muchos programadores que recibe en cada edición la feria, la más importante del sur de Europa de su especialidad, pero no fue así y ahora, de hecho, están más preocupados por las compañías: "Este año estábamos más nerviosos a la hora de decir que no a una actuación porque vemos que las compañías necesitan más que nunca estar en Tàrrega para promocionarse". El propio presupuesto de la Fira se ha reducido del millón y medio de euros a poco más de un millón cuatrocientos mil, pero el todavía director dice que han podido mantener el nivel.

Hasta el punto de que, aunque no es producción propia, abren con un espectáculo a contracorriente como Muaré, creado por la productora catalana Free Art y la compañía de espectáculos aéreos Voala, de origen argentino y establecida en Alicante. Entre las propuestas singulares que también se podrán ver este año Colominas destaca el poético Habitaculum, de la compañía Kamchàtka, que tendrá lugar en un espacio insólito, la casa deshabitada de los propietarios de la antigua fábrica de Cal Trepat. Personajes con maletas que no se sabe de dónde vienen ni tampoco adónde van recorrerán el espacio. Además llegará Broeders, una propuesta de Jetse Batelaan, vinculado a la dirección del Ro Theater de Rotterdam, teatro físico que habla metafóricamente sobre la soledad, las relaciones o la dependencia y que, dice Colominas, "levantará polémica".

También de deseos y soledad hablarán los Exercicis d'amor de la compañía El pont flotant, un espectáculo que incluye la elaboración y degustación de una paella. Y la Reial Companyia de Teatre de Catalunya llevará con ironía la crisis al escaparate de una tienda, en el que pondrán a la venta a dos desempleados como animales de compañía.

En la calle estarán el clown Leandre, el circo extremo de los australianos This Side Up o la música teatralizada de la Compagnie Jo Bithume, que incluye en su repertorio a Zappa y Nino Rota. Ya en sala, habrá una Carmen para adultos con marionetas –a cargo de Bambalina Teatre– y una pequeña delicia como la danza de En attendant l'inattendue, el encuentro de dos creadores tan diferentes como Toni Mira, de Nats Nus, y Claire Ducreux, más acostumbrada al trabajo en la calle. De Irlanda, país invitado, destaca el Dance Theatre of Ireland, una sólida compañía de danza que, para crear público, también realiza trabajos para la calle como Block party, en el que emplea elementos que recuerdan a los juegos de construcción infantiles.